Los fieles que quieran confesarse o ir a misa podrán esquivar a los turistas que visitan el principal templo vaticano
Los controles de seguridad y el número de visitantes hace que en la Plaza de San Pedro se llene de colas continuamente para entrar a la principal basílica de la cristiandad. Por ello, para atender la demanda de files católicos la dirección del templo en colaboración con el departamento de Inspección de Seguridad Pública, el Governatorato y la Gendarmería del Vaticano ha habilitado una entrada especial directa para quienes quieran rezar, confesarse o ir a misa.
La Fábrica de San Pedro ha organizado un documento específico por el interior de la basílica vaticana a través de la nave derecha pasando junto a la capilla en la que está la escultura de mármol de ‘La Piedad’ de Miguel Ángel, la capilla de san Sebastián en la que se veneran los restos de san Juan Pablo II hasta llegar a la Capilla del Santísimo Sacramento o a la zona de las confesiones. También desde ahí se podrá acceder, en la nave contraria, a la Capilla de San José donde se celebran la mayoría de las misas con público.
Los fieles realizarán la salida será por las Grutas Vaticanas. Este itinerario estará accesible todos los días de 6.50 a 18.40 horas, al igual que el resto de la basílica. Mauro Gambetti, el cardenal arcipreste de la basílica de San Pedro, ha presentado esta propuesta experimental como “un itinerario privilegiado para permitir a los fieles, a los grupos de oración y a los peregrinos venir a rezar a San Pedro y participar en los sacramentos fácilmente, sin esperar largas colas”, según recoge Europa Press. “En línea con el deseo del Santo Padre, queremos restablecer la máxima accesibilidad al santuario para la vida espiritual, litúrgica y celebrativa”, aseguró.