Aunque ha llegado la primavera y ha comenzado una nueva temporada de alergias, los resfriados y diferentes procesos derivados en afecciones pulmonares han sido una tónica durante este invierno en centros de salud y farmacias. Ahora, los dos comunicados que el Vaticano ha ofrecido este 29 de marzo, tras el ingreso hospitalario del papa Francisco en el hospital Gemelli de Roma, hacen que los expertos interpreten que el pontífice estaría aquejado de un tipo de neumonía.
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Síntomas y tratamiento
La neumonía, explica la Clínica Mayo, “es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones”. Una infección que puede tener origen vírico o bacteriano, dato que no ha trascendido a la prensa italiana. Los médicos estiman que esta situación requerirá de al menos unos cinco o seis días de hospitalización y de controles hospitalarios –algo que nos lleva hasta el Domingo de Ramos–. En esta dolencia son especialmente vulnerables los bebés, las personas mayores de 65 años o quienes tienen un sistema inmunitario debilitado.
El Vaticano también descarta que el Papa haya dado positivo en Covid19. Algo de lo poco que deja cerrado los dos comunicados del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en los que simplemente se especifica que “requerirá algunos días de tratamiento médico hospitalario adecuado”. Los detalles más concretos –dentro de los genérico de la declaración– es que “en los últimos días el Papa Francisco se ha quejado de algunas dificultades respiratorias”.
Los médicos, a partir de estas sucintas indicaciones, interpretan que Francisco estará sometiéndose a una serie de antibióticos y antivirales mientras se realizan los oportunos análisis para ver el origen de esta neumonía y la inmunológica del Papa, especialmente, según recoge la web de ‘Il sismografo’, en relación con sus problemas de tiroides. Mientras, la neumonía se muestra exteriormente con síntomas similares a los de una gripe incluyendo fiebre, fatiga, tos, dolor en el pecho, nauseas o vómitos. Ninguno de estos apareció visiblemente en el último acto del Papa, la audiencia general del miércoles en la que el pontífice cumplió con su ritual de saludos por la plaza desde el papamóvil o incluso improvisó en múltiples ocasiones durante la catequesis.