El Vaticano respalda por escrito la condena del papa Francisco a los “pecados” de la colonización de América y África. La Santa Sede reniega, en un documento histórico, de la denominada ‘Doctrina del Descubrimiento’ y repudia los “muchos actos de maldad” cometidos por los cristianos contra los indígenas.
En una nota conjunta sobre la ‘Doctrina del descubrimiento’ del Dicasterio para la Cultura y la Educación y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, detallan en nueve puntos la postura de la Iglesia católica.
Esto surge después del revuelo causado en septiembre de 2021 en algunos sectores tras la petición de perdón del Pontífice por los “pecados” de la Iglesia durante la conquista de América en una carta enviada por Jorge Mario Bergoglio a la Conferencia del Episcopado Mexicano. ¿El motivo? La celebración del bicentenario de la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México para firmar el acta que declaraba la Independencia de la Nueva España y crear el nuevo ‘Imperio Mexicano’.
“Fiel al mandato recibido por Cristo, la Iglesia católica se esfuerza por promover la fraternidad universal y el respeto de la dignidad de todo ser humano”, comienza advirtiendo el texto. Por este motivo, “en el curso de la historia, los papas han condenado los actos de violencia, opresión, injusticia social y esclavitud, entre ellos los cometidos contra las poblaciones indígenas”. “Ha habido numerosos ejemplos de obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos que han dado su vida en defensa de la dignidad de esos pueblos”, completan.
Al mismo tiempo, “el respeto por los hechos de la historia exige el reconocimiento de la debilidad humana y de los fallos de los discípulos de Cristo en cada generación”. “Muchos cristianos han cometido actos de maldad contra las poblaciones indígenas, por los cuales los papas recientes han pedido perdón en numerosas ocasiones”, reconocen.
Según el escrito, “en nuestros días, un diálogo renovado con los pueblos indígenas, sobre todo con los que profesan la fe católica, ha ayudado a la Iglesia a comprender mejor sus valores y sus culturas. Con su ayuda, la Iglesia ha tomado mayor conciencia de sus sufrimientos, pasados y presentes, provocados por la expropiación de sus tierras, que consideran un don sagrado de Dios y de sus antepasados, así como por las políticas de asimilación forzada, promovidas por las autoridades de gobierno de la época, que buscaban eliminar sus culturas indígenas”.
Y agregan: “Como ha subrayado el papa Francisco, sus sufrimientos constituyen una fuerte llamada a abandonar la mentalidad colonizadora y a caminar junto con ellos, en el respeto recíproco y en el diálogo, reconociendo los derechos y los valores culturales de todos los individuos y los pueblos”. A este respecto, “la Iglesia está comprometida en acompañar a los pueblos indígenas y en promover esfuerzos encaminados a promover la reconciliación y la sanación”, subrayan.
En este contexto de escucha a los pueblos indígenas, “la Iglesia ha visto la importancia de afrontar el concepto denominado ‘doctrina del descubrimiento’. El concepto jurídico de ‘descubrimiento’ ha sido debatido por las potencias coloniales desde el siglo XVI y ha encontrado una expresión particular en la jurisprudencia del siglo XIX, en los tribunales de diferentes países, según la cual el descubrimiento de tierras por parte de los colonos concedía el derecho exclusivo de extinguir, mediante la compra o la conquista, el título o la posesión de dichas tierras por parte de las poblaciones indígenas”.
Algunos estudiosos han sostenido que la base de la llamada ‘doctrina’ se encuentra amparada en diversos documentos papales, como las bulas ‘Dum Diversas’ (1452), ‘Romanus Pontifex’ (1455) e ‘Inter Caetera’ (1493).
En este sentido, el Vaticano aclara que “la ‘doctrina del descubrimiento’ no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica. La investigación histórica demuestra claramente que los documentos papales en cuestión, escritos en un período histórico específico y relacionados a cuestiones políticas, nunca han sido considerados expresiones de la fe católica”.
Al mismo tiempo, “la Iglesia reconoce que estas bulas papales no reflejaban adecuadamente la igual dignidad y los derechos de los pueblos indígenas. La Iglesia también es consciente del hecho de que el contenido de estos documentos ha sido manipulado para fines políticos por las potencias coloniales que competían entre sí, para justificar actos inmorales contra las poblaciones indígenas, realizados algunas veces sin oposición de las autoridades eclesiásticas”.
“Es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de asimilación y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir perdón”, aseveran.
Y, como reconoce el documento, “el magisterio de la Iglesia sostiene, en términos inequívocos, el respeto debido a cada ser humano. Por tanto, la Iglesia católica repudia los conceptos que no reconocen los derechos humanos intrínsecos de los pueblos indígenas, comprendida la que se ha dado a conocer legal y políticamente como ‘doctrina del descubrimiento'”.