La ex alcaldesa de Madrid y jueza está convencida de que “el concepto del papa Francisco sobre la política es completamente nuevo y revolucionario”. Así lo expresó en el marco de la mesa redonda organizada en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid por la Pastoral con Jóvenes con motivo del décimo aniversario del pontificado de Francisco.
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Carmena dialogó en un mano a mano con el filósofo y biógrafo intelectual del Papa, Massimo Borghesi. Junto a ellos se encontraban el decano de facultad, Ricardo Alonso García; la delegada de Jóvenes de la Archidiócesis de Madrid, Laura Moreno; y el capellán de la facultad, Hilario Mendo.
Hacer realidad alternativas
La jueza ahondó en la encíclica ‘Fratelli tutti’ y destacó su apuesta por proponer una política al servicio de los ciudadanos. La exalcaldesa recordó que el Papa asevera que “los políticos no tienen que estar pensando en ganar elecciones, sino hacer realidad las alternativas que la gente necesita”.
“Si el papa Francisco tiene hoy tanto protagonismo y centra tantas sintonías, es porque en estos momentos las grandes organizaciones humanitarias están fracasando. Ha venido a cubrir una laguna esencial”, elogió la jueza. Además, no reparó en elogiar a la Iglesia como “una institución experta en humanidad y que hace lo que pueda desde su poder de convocatoria para el ahondamiento de los derechos humanos”. En este sentido, apuntó que “nadie, ninguna institución o autoridad, habla en defensa de los migrantes como hoy habla Francisco, solo él habla de proteger, promover, acoger e integrar”. Conocedora del ingreso hospitalario de Bergoglio por una insuficiencia respiratoria, Carmena deseó “que esa bronquitis sea ligerita y se ponga bueno cuanto antes”.
Años intensos
Borghesi presentó esta década como “años densos para la Iglesia, como pocos, intensos y apasionantes, abiertos a la renovación y al mismo tiempo alterados por amenazas y chantajes”. Para el pensador italiano, Francisco ha sido “amado y apreciado en gran parte del mundo”, pero “no ha encontrado esa actitud en algunos sectores del catolicismo que no han comprendido bien al pontífice latinoamericano”. De hecho, se hizo eco de cómo ha sido “acusado, injustamente, de ser un populista-peronista anticapitalista o, por el contrario, de ser un globalista al servicio de los poderes que rigen el mundo”. Así, subrayó que estas “acusaciones antitéticas se contradicen mutuamente”.
Ahondando en esta cuestión, lamentó que “en el nuevo milenio occidental y soberanistas, neoconservadores y tradicionalista, han hecho del Papa el chivo expiatorio, el responsable de la crisis del catolicismo actual, el relativista buenista de corazón tierno que, en tiempos de guerra, antepone a la Misericordia a la Verdad”.
Polvo y barro
Borghesi expuso que el pontífice argentino ha sobrevivido a este “polvo y barro”: “Los que acusaban al Papa ahora callan y su silencio es elocuente”. “Francisco ha demostrado, también a los ojos de sus adversarios que no es un Papa de parte”, apostilló. Así, planteó que “ha frenado, y es mérito suyo, el frente conservador que había intentado apoderarse del pontificado de Benedicto XVI, pero no se ha alineado con el frente progresista que ya soñaba con el Concilio Vaticano II”. El filósofo le definió como “un hijo fiel del Vaticano II, de un Concilio que requiere ser aplicado plenamente”. “Es un Papa místico y social, contemplativo en la acción según la fórmula de san Ignacio”, expuso.