Este documento está distribuido en 107 artículos, dividido en ocho secciones, que recoge las principales contribuciones del itinerario realizado en esta etapa
Este 31 de marzo ha sido publicada la síntesis de la fase continental del Sínodo de la sinodalidad en América Latina y el Caribe, producto de un proceso que comenzó en 2022 con la conformación de una comisión para la etapa continental, en medio de la etapa diocesana, hasta las asambleas regionales entre febrero y marzo de 2023, en las que han participado 415 delegados de todo el continente.
Así bajo la expresión “es posible caminar con Cristo en el centro y dejarnos guiar por el Espíritu de Dios. Tenemos la esperanza creciente de vivir ya un nuevo tiempo para la Iglesia”, se presenta este documento que recoge “la experiencia vivida en esta fase”, en la que “se ha consolidado el carácter participativo y comunitario de la Iglesia”.
Dejan sentado como principal premisa que “la vida conciliar, sinodal y colegial en nuestra Iglesia tiene una larga historia”, camino que inició en 1955 con la primera Conferencia General del Episcopado en Río de Janeiro y la creación del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) hasta llegar a Aparecida (2007) y la Asamblea Eclesial (2021).
Es en 2019 cuando el Papa sugirió preparar una primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, “insistiendo que no fuera solo una reunión episcopal, sino de todo el santo pueblo fiel de Dios”, por consiguiente, “esta experiencia inédita, fruto del desborde del Espíritu, se realizó en medio de la crisis de la pandemia y constituyó, en tiempos de sufrimiento y muerte, el signo profético de una Iglesia viva y cercana”.
A partir de este caminar histórico, “quisimos integrar este nuevo proceso a la experiencia regional y, al mismo tiempo, contribuir a la sinodalidad de la Iglesia entera desde la historia reciente, sabiendo que el Espíritu va tejiendo la armonía”.
Además señalaron que han vivido otros procesos sinodales de distinta dimensión y envergadura desde la renovación del Celam hasta la creación de entidades como la Conferencia Eclesial de la Amazonía y redes eclesiales territoriales.
Esta síntesis está distribuida en 107 artículos, dividido en ocho secciones:
Al respecto, han señalado que “aquí sintetizamos las principales contribuciones del itinerario realizado en la etapa continental en América Latina y el Caribe en torno a ocho temas principales que, a la vez, incluyen y remiten a otras cuestiones importantes para el espíritu y la práctica de la sinodalidad”.
Entre los aspectos clave han mencionado que “la misión consiste en el anuncio alegre y gratuito de Jesucristo y de su misterio pascual a toda la humanidad, en una relación intercultural, pues está inserta en un mundo plural y diverso”.
Por ello, “es importante que en el proceso sinodal se tenga la audacia de traer y discernir grandes temas, muchas veces olvidados o relegado” como los pobres, comunidades LGTBIQ+, parejas en segunda unión, sacerdotes que quieran regresar a la Iglesia en su nueva situación, las mujeres que abortan por temor, los encarcelados, los enfermos.
Se trata de “caminar juntos en una Iglesia sinodal que escucha a todos los tipos de exiliados para que se sientan en casa”, una Iglesia que sea “refugio para heridos y rotos”, lo que implica “salir al encuentro, dar nuestra atención, involucrarnos. Porque sinodalidad significa no esperar que la gente venga, sino salir nosotros al encuentro”.
También han destacado el papel del laicado y especialmente de las mujeres en la transmisión de la fe, no obstante, han identificado que “a veces se percibe una tensión con el clero que se arroga la responsabilidad de dirigir toda acción evangelizadora en la comunidad”.
Puede descargarlo aquí.
Foto: Celam