Pidieron soluciones urgentes ante la situación alarmante que vive el 44,3% de los catamarqueños, con rostros y nombres concretos
El equipo de pastoral social de la diócesis de Catamarca emitió un comunicado ante el conocimiento de las cifras oficiales brindadas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) en los que se refleja el alto índice de pobreza en la provincia.
Según el organismo, en el segundo semestre del 2022, ha crecido la pobreza material en los diferentes conglomerados urbanos del país y de la región del Noroeste argentino (NOA) y en la zona llamada Gran Catamarca que comprende las regiones de la capital provincial y los departamentos de Mamerto Esquiú y de Valle Viejo.
La pastoral social especificó que estas cifras son la consecuencia de deterioro del poder adquisitivo y de la calidad de vida, con lo cual se vislumbra a los nuevos expulsados del sistema socioeconómico. Además, agregaron este incremento de pobres y la permanencia de la indigentes viene de largo tiempo y distintos gobiernos que no tuvieron éxito en su control y remisión, con expulsión de millones de argentinos que pasaron “a formar parte de lo que el Papa Francisco denomina los descartados de la sociedad“.
Enumeraron, luego, las múltiples causas que provocaron el aumento de la pobreza. No solo se refiero a las políticas económicas erráticas, la inflación, la desocupación, el trabajo informal, la puja de los sectores de poder, sino también a algunas franjas sociales carentes de solidaridad. “Nadie cede en sus intereses particulares, pareciera que el incremento de la pobreza no interesa, que nos es indiferente”, aseveraron.
Los miembros del equipo social se preguntaron sobre los problemas que han llevado a esta “alarmante e insostenible” situación. Además, advirtieron sobre los ejes que impiden abordar y encontrar soluciones a la pobreza estructural y coyuntural del país. Cuestionaron si estas causas son políticas, económicas, impericia, factores de poder, moral, indiferencia, entre otras.
Sostuvieron que los diferentes actores políticos y sociales con responsabilidad ejecutiva, legislativa y ciudadana deben mostrar una genuina preocupación y ocupación plena por resolver la problemática de la pobreza, con actitud de diálogo y acuerdos mínimos para elaborar planes y proyectos tendientes a detener y disminuir la pobreza.
Mencionaron que 190.000 catamarqueños, son rostros y nombres concretos, están por debajo de la línea de la pobreza, lo que representa un 44,3% de la provincia. “Estas conmovedoras cifras de pobres nos deben interpelar seriamente a todos los catamarqueños en la búsqueda de soluciones urgentes, para incorporarlos nuevamente a vivir una vida digna”. Y apelaron a priorizar el bien común sobre los intereses particulares, la solidaridad sobre el egoísmo. Creen que la pobreza no debe ser ocultada, ni tampoco dejar indiferente al resto de los compatriotas.
Finalmente, pidieron que esta Pascua de Resurrección permita “descubrir en cada uno de los pobres e indigentes de Catamarca el rostro sufriente de Jesús, y nos ilumine para encontrar los caminos adecuados para resolver la cuestión social de la pobreza”, con la intercesión de la Virgen del Valle y del beato Mamerto Esquiú.