“¿Cuándo fue la última vez que di testimonio de Jesús? ¿Qué hago hoy para que las personas que encuentro reciban la alegría de tu anuncio?”. Son las preguntas que el Papa lanzó esta mañana a los peregrinos que le escuchaban esta mañana en la Plaza de San Pedro durante la oración del Regina Coeli, la plegaria que sustituye al Ángelus en el tiempo de Pascua.
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Durante su alocución desde el ventanal de los palacios apostólicos, el Papa hizo un llamamiento para “anunciemos” a Jesucristo Resucitado, “no con propaganda ni proselitismo, sino con respeto y amor, como el don más hermoso para compartir, como el secreto de la alegría”. “Entonces, Jesús habita aún más en nosotros”, añadió.
Sin obstáculos
“Cuando nos encontramos con Jesús, ningún obstáculo puede impedirnos anunciarlo”, aseveró Francisco, que alertó de que “si, por el contrario, nos reservamos su alegría, tal vez sea porque aún no lo hemos conocido realmente”. “A Jesús se le encuentra testimoniando”, insistió.
Tras compartir la oración con los fieles, además de felicitar de nuevo la Pascua a los presentes y agradecer las plegarias por la mejoría de su salud, volvió a pedir la paz por “la querida y martirizada Ucrania”. A la par, se refirió a los 25 años del acuerdo de Viernes Santo que acabó con la violencia en Irlanda del Norte para desear que se consolide “a beneficio de todos los hombres y mujeres”.
