Europa

Pascua en Ucrania: “La mayoría de los ucranianos, creyentes y no creyentes, sienten que con la ayuda de Dios esta guerra terminará”

El obispo auxiliar de Kyiv-Zhytomyr, Oleksandr Yazlovetskiy, dice que la esperanza sigue viva en el país





Ha pasado poco más de un año de guerra, pero esta es la segunda Pascua que Ucrania celebra sumida en el conflicto. En este contexto, y a pesar de todo, el obispo auxiliar de la diócesis de Kyiv-Zhytomyr, Oleksandr Yazlovetskiy, ha expresado a Vatican News que la esperanza sigue viva en el país, sobre todo en la figura de los más jóvenes.



“Ciertamente, esta Pascua, aunque volvamos a vivir en guerra, es un poco diferente de la Pascua anterior, porque ahora tenemos esperanza y fe en que, con la ayuda de Dios, el conflicto puede terminar”, ha explicado. “Recuerdo que el año pasado celebramos, aunque con la alegría de la Resurrección de Cristo, también con mucha tristeza, porque no sabíamos qué pasaría en nuestro país, nos preguntábamos cómo seguir, si todavía podríamos existir como pueblo. Sentíamos un gran temor”.

Ahora, sin embargo, “es un poco diferente”. “Creo que la mayoría de los ucranianos, creyentes y no creyentes, sienten que con la ayuda de Dios esta guerra terminará. Y por eso la Pascua también es un poco diferente este año: la alegría es más fuerte, porque la alegría depende en primer lugar de la Resurrección de Cristo, pero también de las circunstancias que nos ayudan a sentirla mejor”, ha asegurado.

Ayudar al necesitado

Asimismo, al ser cuestionado acerca de lo que ha aprendido, como obispo, este último año, el prelado se ha centrado sobre todo en la caridad. “Aquí tenemos dos Cáritas: Cáritas Ucrania, de la Iglesia greco-católica, y Cáritas-Spes Ucrania, de la Iglesia católica romana, que llevan a cabo tantos proyectos”, ha explicado, ya que él es el presidente de esta última. “quí estoy aprendiendo a hacer obras de misericordia hacia los necesitados”, ha apuntado.

“El papa Francisco habla mucho de la plaga del clericalismo, creo que, ciertamente, en todas las Iglesias existen estos focos de clericalismo, más grandes o más pequeños, y nosotros tampoco estamos libres de esto, pero con la guerra muchos de nuestros sacerdotes, y yo también, hemos aprendido a estar cerca de la gente, a salir, a estar con ellos, a pedir organizar algo junto con ellos, con los feligreses, porque el sacerdote no puede hacer nada solo”, ha señalado. “Por eso, para muchos de nuestros sacerdotes, e incluso obispos, es como si hubieran recuperado el aliento. Sentimos una gran solidaridad, se hacen muchos proyectos, muchos bienhechores llaman del extranjero porque quieren ayudar o porque vienen a conocernos. También hemos aprendido a experimentar, a aceptar la misericordia de los demás, porque esto también hay que aprenderlo”, ha añadido.

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