Francisco promulga modificaciones, a través de un motu proprio, para mejorar su “funcionalidad”
El Papa simplifica el sistema judicial del Vaticano ante la “multiplicación” de casos. Francisco promulga modificaciones, a través de un motu proprio publicado hoy, con el objetivo de simplificar los mecanismos y garantizar que “la funcionalidad del sistema” se mantenga y, si es posible, “se mejore”.
El Pontífice ha realizado “nuevos ajustes” en el sistema judicial debido a cuestiones que requieren “una pronta y justa definición en el ámbito procesal” y, por tanto, con la “creciente carga de trabajo” para los “órganos judiciales”.
Jorge Mario Bergoglio ha ampliado las funciones de investigación y acusación de la Oficina del Promotor de Justicia, es decir la figura del fiscal del Vaticano. “El poder judicial en el Estado de la Ciudad del Vaticano es ejercido, en nombre del Sumo Pontífice, para las funciones de juzgar por el tribunal, la Corte de Apelación y la Corte de Casación; para las funciones de investigar y perseguir, por la Oficina del Promotor de Justicia”, se lee en el texto legislativo con el que amplía las competencias de la fiscalía, según recoge Europa Press.
Del mismo modo, el documento señala que la figura del fiscal podrá presentar ante el Tribunal “una solicitud de sentencia de sobreseimiento” cuando considere que “concurren las condiciones para la concesión del perdón judicial” o que el hecho “pueda considerarse de escasa entidad por la forma de conducta, la personalidad del imputado, el daño causado al ofendido o el peligro ocasionado”, así como cualquier conducta reparadora del imputado.
Además, el Papa ha validado la posibilidad de añadir un juez adjunto a la sala que ya está compuesta por tres magistrados en el caso de que uno de los miembros del colegio deba abandonar. También ha definido sus competencias para nombrar a un presidente adjunto del Tribunal Vaticano en el caso de que el que esté en funciones se encuentre en un año de dimisión de su cargo; y, por último, ha dado luz verde a la supresión de la presencia a tiempo completo de al menos un magistrado en la sala de enjuiciamiento.