El Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) ha inhabilitado a la religiosa benedictina Teresa Forcades, que no podrá ejercer durante 18 meses su otra condición de doctora. La sanción se debe a su pública defensa del clorito de sodio, argumentando que tiene “propiedades antivíricas y antiinflamatorias”, lo que lo haría recomendable a la hora de tratar determinadas afecciones.
Sin embargo, como adelanta EFE, el ente médico niega la validez de los estudios científicos que Forcades ha ofrecido en sus alegaciones. De ahí la doble sanción que se la ha impuesto: una, de nueve meses, por esta defensa mediática de las supuestas bondades de lo que no es un medicamento, y otra, del mismo período, por rechazar todos los requerimientos que el COMB le ha dirigido todo este tiempo para que cesara en esta labor divulgativa.
Así, para el organismo, Forcades ha vulnerado el Código Deontológico y ha tenido una actitud “contraria a la buena fe, manteniendo un discurso que, además de falto de rigor científico, puede generar un grave riesgo para la salud de los ciudadanos que sigan la información indocumentada que facilita”.
Para el COMB, “esta divulgación la ha hecho en su condición de médica, aprovechando la autoridad que esta condición le atribuye, conduciendo al equívoco y generado falsas expectativas en la sociedad, sobre todo en personas que pueden ser especialmente vulnerables por las enfermedades que sufren”.
En declaraciones a EFE, Forcades ha calificado de “infundada” la sanción y ha asegurado que valora presentar un recurso contra la sanción. Para la religiosa catalana, el COMB incurre en “arbitrariedad” al “no haber tenido en cuenta los artículos científicos y publicaciones” que ella ha presentado. A su juicio, con ello busca “imponer un discurso y una praxis única, sin aceptar la legítima pluralidad basada en la evidencia científica en el ejercicio de la profesión”.
En los últimos años, la condición de médica de la benedictina ya la llevó a tener una gran repercusión mediática por su posicionamiento crítico sobre las vacunas contra el Covid. Un eco similar al que, unos años antes, en el momento de mayor ebullición del llamado “procés”, tuvo al alinearse junto a los elementos más destacados del independentismo catalán.