Explica que, tras reunirse una vez con su hermano, realizó una “nota” en la que constató que “era evidente que no había nada nuevo”
Casi cuarenta años después de su muerte a los 15 años, el 22 de junio de 1983, el de Emanuela Orlandi sigue siendo un nombre que sacude con fuerza en la Santa Sede. Su caso, rodeado por un halo de misterio y de acusaciones cruzadas, ha vivido su último episodio esta semana, cuando su hermano, Pietro Orlandi, ha sido recibido por primera vez por la Justicia vaticana.
Concretamente, fue Alessandro Diddi, el promotor de justicia, cargo equiparable al de un fiscal jefe, el que se vio con él el pasado martes 11 de abril. La cita se extendió durante cinco horas. Y es que, como el propio Diddi había manifestado al ‘Corriere della Serra’, el papa Francisco y el secretario de Estado vaticano, el cardenal Parolin, “quieren que la verdad salga a la luz, sin reservas”.
Pese a que Pietro Orlandi manifestó su satisfacción tras el encuentro con el promotor de justicia, estos días también han causado mucho revuelo estas declaraciones suyas a una televisión italiana: “Me dicen que Wojtyla, cada tanto, salía de noche con dos monseñores polacos y no iba precisamente a bendecir casas”. Una frase que ayer mismo, en el regina coeli, fue contestada por el propio Francisco, que llamó a hacer “memoria de Juan Pablo II” y lamentó que “estos días está siendo objeto de suposiciones sin fundamento”.
También ha salido al paso el arzobispo alemán Georg Gänswein, secretario personal de Joseph Ratzinger durante veinte años, hasta su muerte el pasado 31 de diciembre. En una entrevista con la televisión italiana ‘Canale 5’, ha dejado claro que “nunca he tenido un expediente sobre Emanuela Orlandi. No creo que haya nada nuevo en este caso”.
De este modo, el secretario de Benedicto XVI ha querido aclarar otro argumento de Pietro Orlandi, que ha manifestado en varias ocasiones que el papa emérito tenía un “dossier” sobre el caso de su hermana. Gänswein ha explicado que él mismo se reunió una vez con él durante un largo rato y le reconoció que no sabía “nada”. A continuación, “le pedí a nuestra gente que hiciera un recordatorio de cuál era la situación entonces con respecto a Emanuela Orlandi”. El proceso concluyó con una “nota” en la que se ratificaba que “era evidente que no había nada nuevo”.
De ahí que el arzobispo germano insista en que, “entonces, el propio Orlandi dijo en una entrevista que tengo un dossier. Eso no es cierto, no tengo ningún archivo. Si piensa en esta nota, que luego le di al papa Benedicto, de eso se trata”.
Con todo, Gänswein se felicita por que el caso haya llegado al fin a la Justicia vaticana: “Ahora se ha abierto un expediente en el Vaticano; ahora los investigadores actuarán. Ojalá lleven el asunto a buen fin”.