Desde el exilio en los Estados Unidos, el obispo aseguró que “las críticas del dictador a la Iglesia son signo de debilidad”, que solo buscan que su gente lo vea fuerte
Este fin de semana, el presidente Daniel Ortega arremetió de nuevo contra la Iglesia católica durante un encuentro en Managua con el presidente de Agencia China de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Luo Zhaohui.
Ahí, el mandatario nicaragüense calificó a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua como “voceros del imperialismo” durante las manifestaciones sociales de 2018, señalando de manera particular a los obispos Abelardo Mata y Rolando Álvarez, este último sentenciado a 26 años de cárcel tras negarse a vivir en el exilio.
“Tenían de vocería a algunos líderes religiosos no todos, algunos líderes religiosos, como el famoso obispo de Estelí, cuyo nombre dice mucho, monseñor Mata, era de los que atacaban abiertamente al gobierno cuando estábamos en la época de convergencia. Otro obispo, como el de Matagalpa se dedicaba a andar boicoteando y saboteando las actividades económicas y productivas en Matagalpa, y así había unos cuantos sacerdotes que no aceptan la revolución porque venían del somocismo y porque son agentes del imperialismo”, dijo Ortega.
Al respecto, el obispo nicaragüense exiliado en Estados Unidos, Silvio Báez, hizo un llamado a interpretar correctamente las críticas del presidente Daniel Ortega hacia la Iglesia católica, pues no son otra cosa que un “signo de debilidad”, apuntó.
En una charla informal con periodistas, Báez pidió este domingo a los nicaragüenses aprender a interpretar el “lenguaje del dictador”.
Explicó: “Él habla para su gente, él habla para sus bases. Él no habla como un estadista para el país, porque él no gobierna en Nicaragua. Cuando dice estas cosas hay que interpretar que es para su gente, para que lo vean fuerte, y en el fondo, los que le oímos debemos pensar que es signo de debilidad“, apuntó.
Por otra parte, el próximo 19 de abril se cumplirán cinco años del inicio de las manifestaciones en Nicaragua en contra de las reformas al sistema de seguridad social, lo que provocó la crisis socio-política y la persecución del gobierno sandinista a la jerarquía de la Iglesia católica en ese país por considerarla como parte de una estrategia golpista.
En este sentido, el obispo Silvio Báez consideró que la experiencia de abril de 2018 no se debe olvidar jamás, no sólo porque fue un momento que partió la historia de Nicaragua para siempre, sino también porque en abril de 2018 se creó un tipo de convivencia que debe ser modelo para el futuro.
Añadió: “Ahí desaparecieron los partidos políticos, ahí no hubo ideologías excluyentes, ahí nadie se peleó con nadie, ahí todos pensamos en Nicaragua, por eso creo que el espíritu de abril debe permanecer para el futuro. Nicaragua va a ser mejor y va a ser distinta sólo si seguimos fieles al espíritu que a todos nos unió en abril de 2018″.
A la pregunta expresa de los reporteros sobre cuál sería su petición sobre el obispo Rolando Álvarez, monseñor Silvio Báez recordó que no se ha cansado de exigir su libertad incondicional e inmediata.
“Lo he hecho todos los días y sigo pidiéndole al Señor por su libertad, y exigiendo que se haga justicia porque es inocente. Él tiene derecho de estar con su pueblo y su pueblo tiene derecho a estar con su obispo. Rolando no debe estar en la cárcel porque es inocente“, aseveró.