Frente a los hechos de violencia ocurridos la noche anterior, el obispado de Calama entregó ayer miércoles una declaración pública. Se inicia afirmando que es su “deber de reflexionar y plantear a las autoridades competentes la necesidad de atender las inquietudes naturales que surgen de este clima de violencia que experimenta el país y particularmente esta zona”.
- PODCAST: Matrimonios mixtos, amor con doble bendición
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Expresan su solidaridad con los efectos que este clima de inseguridad provoca en las familias, en especial en los niños y niñas. “No son pocos los que expresan las medidas que han debido asumir para sentirse ‘más seguros’, encerrándose en sus viviendas y debiendo implementar una serie de precauciones que les permitan salvaguardar la integridad de los miembros de su familia”, dice la declaración.
Iglesia llama a autoridades
Agregan: “Las angustias de una comunidad que no se siente segura de circular por sus calles por el temor a ser asaltados, que no duerme tranquila por el desasosiego de que alguien ingrese a sus casas o que simplemente pueda ser objeto de portonazos, encerronas y otros delitos que se han hecho común en estos tiempos, no nos puede dejar indiferentes”.
Llaman a autoridades “que extremen todos sus esfuerzos en implementar medidas que garanticen convivir en ambientes seguros y sanos. También comprometemos nuestra disposición para continuar con nuestra misión de generar espacios de diálogo y reflexión que favorezcan una mejor comunicación entre los niños, jóvenes y adultos, fortaleciendo la armonía en todas sus esferas”, dice la Iglesia. Concluyen pidiendo “por nuestros niños y jóvenes para que podamos asegurarles crecer en un mejor lugar y que junto con ello contribuyan en el futuro a una mejor sociedad”.
El sacerdote diocesano Néstor Veneros Lepe es administrador diocesano de Calama desde septiembre del año pasado cuando su obispo fue trasladado a la diócesis de Punta Arenas.
Calama está ubicada en la zona cordillerana de la Región de Antofagasta en el desierto de Atacama, con casi 200 mil habitantes, de los cuales un 71,3% se declara católico, atendidos en 11 parroquias. Tiene 13 sacerdotes diocesanos y 4 religiosos; 48 religiosas, 11 diáconos permanentes.
Conmoción en la ciudad
La noche del martes se produjeron varios tiroteos en la ciudad de Calama. Uno de ellos en el terminal de buses y otro en un recinto policial, dejando dos personas fallecidas y varios heridos que estaban cerca del lugar. En ambos hechos actuó la misma persona atacando, sin motivo aparente, con disparos a personas determinadas, lo que parece un ajuste de cuentas. Carabineros persiguió al delincuente quien se les enfrentó provocando un tiroteo en el cual quedo herido mortalmente.
La conmoción que provocó este hecho, motivó al Alcalde de Calama, Eliecer Chamorro, a declarar suspensión de clases escolares para el día siguiente.
Este hecho continúa el registro creciente de homicidios y robos con violencia ocurridos en esta ciudad, como en muchas otras del país. En 2022 Calama registró sus peores cifras de este siglo, en esos crímenes. Muchos de ellos están vinculados al narcotráfico que en el norte de Chile tiene una importante zona de tránsito hacia y desde países vecinos.
La delegada presidencial de la Región de Antofagasta, Karen Behrens, anunció que el Gobierno presentará una querella contra quienes resulten responsables de la violenta noche que se vivió en la ciudad de Calama. Además, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, señaló que “Calama está incorporada en el plan ‘Calles Sin Violencia’, y así como queremos iniciar este plan en la Región Metropolitana la próxima semana, queremos concurrir a Calama para poder también dar inicio de la implementación del plan“.
Chile presenta un fuerte incremento en la cantidad, violencia y letalidad en delitos, hasta el punto que por primera vez parlamentarios legislan con medidas de prevención especiales. Robo con violencia y por sorpresa son los de mayor frecuencia: más del 60%. Robos de automóviles para ser usados en asaltos a residencias son uno de los principales orígenes del temor en la población.
La seguridad ciudadana, en estas semanas recientes, ha ocupado el primer lugar de los debates en el Congreso Nacional, en el gobierno y en la opinión pública.