La Comisión Pontificia para la Protección de los Menores y el Dicasterio para la Evangelización firman un convenio que ayudará a los prelados en su papel ministerial relacionado con la protección y la escucha de las víctimas
La Comisión Pontificia para la Protección de los Menores y el Dicasterio para la Evangelización han firmado este viernes un convenio para colaborar, tal como revela Vatican News, en el ámbito de la prevención de los abusos a las personas más frágiles.
El acuerdo ha sido firmado por el cardenal Luis Antonio Tagle, proprefecto del Dicasterio para la Evangelización, y por el cardenal Seán Patrick O’Malley, presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores y se inspira en la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium.
Además, tal como se puede leer en el propio documento, este “representa un compromiso de colaborar de manera eficaz e incisiva – informa una nota informativa de los dos organismos vaticanos – al servicio de todas las víctimas y de las Iglesias particulares según la llamada del Santo Padre, para que la Curia Romana esté presente en la vida de cada Iglesia, especialmente en los territorios de misión. Los ámbitos de colaboración en los que los dos órganos de la Curia romana intercambiarán información, recursos y formación están destinados al servicio de las víctimas, de las Iglesias locales y finalmente de los obispos”.
La colaboración entre ambos discasterios tendrá como objetivo, según explica la Santa Sede, desarrollar las formas más efectivas de inclusión a partir de las experiencias encontradas por las víctimas en los respectivos procedimientos. Estas iniciativas encuentran un punto de partida en el desarrollo de la red de Centros Memorare, que están destinados a ayudar a las Iglesias particulares -donde sea necesario- en la creación de oficinas u órganos para la recepción y facilitación de denuncias. Es decir, la Comisión ofrecerá la experiencia de sus miembros y personal para compartir información sobre las últimas prácticas en salvaguardia. Así, se ayudará a los obispos en su papel ministerial relacionado con la protección, la escucha de las víctimas, la creación de entornos seguros y el manejo de quejas.
Por ello, la Comisión pondrá a disposición su red internacional de expertos y los estándares internacionales más avanzados recopilados en el trabajo de muchos años de su creación. La Comisión colaborará con el Dicasterio en las sesiones de formación de los obispos de reciente nombramiento en las circunscripciones eclesiásticas de su competencia y con la Obra Pontificia de la Santa Infancia.