Con la misma contundencia y naturalidad con la que se pronunció en su primer encuentro con los periodistas tras ser elegido secretario general de la Conferencia Episcopal y en su estreno ante la opinión pública en un desayuno informativo en el pasado mes de enero, César García Magán marcó esta mañana distancia frente a cualquier sigla de cualquier partido político.
“La Iglesia no tiene un partido político, no hay ningún partido de la Iglesia. lo reitero, lo confirmo y lo reafirmo”, expuso el también obispo auxiliar de Toledo, en el transcurso de la rueda de prensa final de la Asamblea Plenaria del Episcopado español, que se ha reunido esta semana en Madrid. “Ningún partido político es el partido de la Iglesia”, añadió, compartiendo que “hay partidos que en algunas cuestiones se acercan más, otros se acercan más en otra”.
Es más, añadió un principio de ‘no injerencia’ de los púlpitos en el sentido del voto de los feligreses: “El laico tiene que hacer un juicio crítico y formado desde la conciencia cristiana para decidir a quién confían su voto. Los curas no podemos ni debemos indicar porque será un clericalismo”. Eso sí, recomendó a los cristianos un profundo análisis de las diferentes opciones “para no dejarse llevar por la publicidad y por la propaganda”.
Además lanzó un aviso para navegantes a los partidos y sus representantes: “Esperemos que nadie utilice a la Iglesia como una moneda de cambio o un arma arrojadiza en los debates y en la dialéctica previa a las elecciones”.
En este sentido, descartó que vayan a darse una directrices por parte de la Iglesia de cara a los próximos comicios autonómicos y municipales de mayo: “No se va a decir nada”. Es más, recordó que el posicionamiento episcopal frente al actual contexto social y político queda recogido en el reciente documento ‘El Dios fiel mantiene su alianza’, aprobado en la Plenaria de noviembre. “Nosotros anunciamos la Doctrina Social de la Iglesia, que cubre un amplio espectro de la defensa de la vida, el ámbito social, laboral…”, especificó.