Vaticano

El papa Francisco ‘instituye’ un nuevo ministerio en la Iglesia: el de la acogida a los migrantes

El Pontífice recibe a la Asamblea Plenaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y les recuerda que los ministerios van más allá de los ordenados y los ya institutidos





‘Los laicos y la ministerialidad en la Iglesia sinodal’. Así rezaba el título de la Asamblea Plenaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que se ha reunido estos días en el Vaticano. Esta mañana, el papa Francisco, durante una audiencia, les ha recordado que los ministerios en la Iglesia van más allá de los ordenados o los ya instituidos.



“Pienso sobre todo en las necesidades relacionadas con las viejas y nuevas pobrezas, así como con los migrantes, que requieren con urgencia acciones de acogida y solidaridad. En estos ámbitos de la caridad, pueden surgir muchos servicios que toman la forma de verdaderos ministerios”, ha señalado el Pontífice durante su discurso.

Y ha proseguido: “Se trata de un gran espacio de compromiso para quienes desean vivir concretamente, hacia los demás, la cercanía de Jesús que a menudo han experimentado en primera persona. El ministerio se convierte así, además de en un simple compromiso social, en una hermosa experiencia personal y en un gran testimonio, un verdadero testimonio cristiano”.

El bautismo y los dones del Espíritu Santo

Antes, Jorge Mario Bergoglio ha recordado a los miembros de este Dicasterio “popular”, pues “afecta a la vida cotidiana de muchas personas”, que el origen de la ministerialidad en la Iglesia se fundamenta en dos aspectos: el bautismo y los dones del Espíritu Santo.

En primer lugar, “en el bautismo tiene su raíz el sacerdocio común de todos los fieles que, a su vez, se expresa en los ministerios. La ministerialidad laical no se funda en el sacramento del orden, sino en el bautismo, por el hecho de que todos los bautizados -laicos, solteros, casados, sacerdotes, religiosos- son ‘christifideles’, creyentes en Cristo, discípulos suyos, y, por tanto, llamados a participar en la misión que Él confía a la Iglesia, también mediante la asunción de determinados ministerios”, ha asegurado.

En segundo lugar, “la ministerialidad de los fieles, y de los laicos en particular, deriva de los carismas que el Espíritu Santo distribuye en el Pueblo de Dios para su edificación: primero aparece un carisma suscitado por el Espíritu; después la Iglesia reconoce ese carisma como un servicio útil para la comunidad; finalmente, en un tercer momento, se introduce y difunde un ministerio específico”.

Por ello, el Papa ha subrayado que “la ministerialidad en la Iglesia no puede reducirse solo a los ministerios instituidos, sino que abarca un campo mucho más amplio”.

¡No! a la autorreferencialidad

Dejando patente sus ideas sobre la ministeriales, Francisco no se ha quedado aquí y les ha pedido que sus servicios no se vuelvan autorreferenciales.

“Me enfado cuando veo a ministros laicos que -perdón por la palabra- ‘se envanecen a sí mismos’ para ejercer este ministerio. Esto es ministerial, pero no es cristiano; son ministros paganos, llenos de sí mismos. Cuidado con esto: nunca deben volverse autorreferenciales. Cuando el servicio es unidireccional, no es ‘de ida y vuelta’, no va. A veces se ven laicos que parecen sacerdotes fracasados. Por favor: limpiad este problema”, ha sentenciado.

En este sentido, ha señalado los dos aspectos comunes a todo ministerio: la misión y el servicio. “En efecto, todos los ministerios son expresiones de la única misión de la Iglesia y todos son formas de servicio a los demás”, ha señalado.

Por otro lado, Francisco se ha detenido en la ‘Evangelii nuntiandi’ de san Pablo VI para pedirles, casi por favor, que la relean una y otra vez. “Está en vigor. ¡Es muy actual! Hay tantas cosas que cuando uno las reencuentra dice: “¡Ah, mirad al clarividente Montini! Se ve ahí esa clarividencia del gran santo que guió a la Iglesia”, ha sentenciado.

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