Europa

Cinco nuevos beatos asesinados “por odio a la fe” en la Comuna de París

  • El cardenal Semeraro eleva a los altares a un religioso de San Vicente de Paúl y cuatro de los Sagrados Corazones
  • La ceremonia en la capital francesa contó con participantes de una veintena de países





Este sábado, 22 de abril, por la tarde, en la iglesia de San Sulpicio de París, han sido beatificados cinco religiosos sacerdotes, asesinados en el contexto de la Comuna de París, el 26 de mayo de 1871. Se trata de Henri Planchat, de la Congregación de San Vicente de Paúl, y de Ladislas Radigue, Polycarpe Tuffier, Marcellin Rouchouze y Frézal Tardieu, de la Congregación de los Sagrados Corazones.



El papa Francisco aprobó la beatificación de estos mártires en noviembre de 2021, considerando que fueron asesinados “por odio a la fe”. Desde ese momento, la Archidiócesis de París y las dos congregaciones a las que pertenecieron los nuevos beatos comenzaron los preparativos de la beatificación en coordinación con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos, que ha presidido la solemne ceremonia, acompañado del presidente de la Conferencia Episcopal, Eric de Moulins-Beaufort, y del arzobispo de París, Laurent Ulrich, junto a otros once obispos.

Cartas desde la cárcel

El 26 de mayo de 1871, 50 rehenes -10 sacerdotes, 36 guardias y gendarmes, así como 4 civiles- fueron asesinados por un puñado de militantes de la Comuna de París. El padre Planchat había dedicado toda su vida a mejorar las condiciones de vida de los más pobres y de los obreros a los que acompañaba. Por su parte, los cuatro religiosos de los Sagrados Corazones beatificados, eran los cuatro consejeros generales que realizaban trabajos internos de servicio a sus hermanos de Congregación. Uno de ellos, el padre Frézal Tardieu, fue formador previamente de san Damián de Molokai. Particularmente profundas e impactantes son las cartas que estos religiosos escribieron desde la cárcel a su superior general, Marcellin Bousquet, que se encontraba fuera de Francia durante esta persecución.

En su homilía, el cardenal Semeraro ha destacado que “otro gran capítulo del Evangelio lo escriben todos los que sufren con Cristo. Aquí es donde nuestros beatos mártires se convierten en ejemplo, en modelo“. La ceremonia ha transcurrido en un ambiente de silencio, recogimiento y emoción.

El superior general de los religiosos de San Vicente de Paúl, Bertin Sanon, ha puesto la nota divertida y calurosa en la celebración, con una sentida acción de gracias a todos los que han hecho posible la beatificación “de la que llevo escuchando desde que era novicio”.

Con lucidez evangélica hoy

Por su parte, Alberto Toutin, superior general de los Sagrados Corazones, en la acción de gracias al final de la celebración, ha pedido “dejarnos modelar por las actitudes, las opciones y los gestos de los corazones de Jesús y de María: a ponernos confiadamente en las manos de Dios Padre, a hacer el bien sin ruido, a tener la mirada fija en ti, Jesús, a amar y perdonar incluso a nuestros enemigos, a situarnos con lucidez evangélica en el tiempo presente”.

El templo, que en estos momentos hace las funciones de catedral de la Archidiócesis de París, se ha visto completamente lleno de personas de las más variadas nacionalidades: Alemania, Bélgica, Brasil, Burkina Faso, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, Filipinas, Holanda, Indonesia, Irlanda, Italia, Francia, Perú, Polonia, Polinesia Francesa y República Democrática del Congo.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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