La cantautora y activista Rozalén, y Beatriz Romero, intérprete de lengua de signos, viajarán del 24 al 30 de abril a Colombia con la ONG Entreculturas para conocer el trabajo que esta realiza sobre el terreno de la mano de su organización socia, Fe y Alegría. Durante su visita, que podrá seguirse en la página web de Entreculturas, conocerán de primera mano no solo la realidad educativa del país latinoamericano, sino el importante rol que la educación juega en la construcción de la igualdad y de la cultura de paz, en un contexto tan clave como el colombiano, país que demuestra que, a través de la educación y del diálogo, es posible trabajar por la reconciliación social y la memoria.
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No es la primera vez que Rozalén y Beatriz colaboran con Entreculturas, pudieron conocer de primera mano el trabajo que realiza Entreculturas con el programa ‘La luz de las niñas’; en Guatemala (2019) y en Chad (2020), y su trabajo de educación y refugio en Ecuador (2022). Además, Rozalén dedicó en 2020 su canción ‘Aves enjauladas’ a Entreculturas, un tema solidario que compuso en pleno confinamiento.
Durante su estancia en el país, Rozalén y Beatriz profundizarán en los diferentes rostros y realidades que alberga Colombia, desplazándose a diferentes puntos de su territorio. Así, comenzarán su viaje en Bogotá, para después visitar las ciudades costeras de Guapí y Cartagena de Indias. Todo con el fin de sensibilizar y dar a conocer el trabajo conjunto que Entreculturas y Fe y Alegría realizan para garantizar el acceso a la educación de calidad para todos los niños, niñas y jóvenes, en especial quienes viven en los contextos de mayor vulnerabilidad.
Educar es promover la paz
Actualmente, Colombia sigue inmersa en un proceso de consolidación de la paz tras el histórico acuerdo firmado en 2016 entre el Gobierno y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), que puso fin a más de cinco décadas de conflicto armado interno. Si bien el acuerdo ha sido un paso muy importante, el país todavía se enfrenta a desafíos en términos de seguridad y violencia. Además, otros grupos armados ilegales y el narcotráfico siguen siendo una amenaza para la estabilidad en algunas regiones del país. No obstante, este viaje se realiza en un momento clave en el proceso de paz, a pocos días de que se retomen las conversaciones con algunos disidentes de las FARC que todavía siguen activos.
Es en este contexto donde las escuelas se han erigido como una herramienta imprescindible para la construcción de una cultura de paz que consolide una sociedad colombiana más justa y equitativa. Y es que la educación ayuda a fomentar entre las nuevas generaciones la tolerancia, el diálogo y la comprensión mutua, promoviendo y extendiendo la convivencia pacífica y la superación de los conflictos de manera no violenta.
Rozalén y Beatriz serán testigos de este poder transformador que tiene la educación especialmente en la ciudad de Guapí, donde Fe y Alegría Colombia, junto a otras organizaciones de la sociedad civil, trabaja por la reconciliación social a través de la educación socioemocional y ciudadana. Una iniciativa de acción local, investigación e incidencia para ayudar a construir paz a través del trabajo en las aulas.
Educar es dar oportunidades y promover la igualdad
A pesar de que en las dos últimas décadas la tasa de cobertura en educación básica y media en Colombia ha aumentado significativamente, pasando del 89,8% en 2002 al 97,5% en 2020, el acceso a la educación superior sigue siendo inalcanzable para el 50% de los jóvenes entre 18 y 24 años. No obstante, en los últimos años el Gobierno ha incrementado su presupuesto en educación en un intento por combatir una brecha digital que, afectando al 35% del alumnado de las zonas rurales, se hizo aún más palpable durante el cierre de las escuelas por la Covid-19.
Estas desigualdades educativas persisten en Colombia, especialmente entre el alumnado que proviene de hogares humildes con bajos ingresos. Una realidad que conoce de primera mano Fe y Alegría (la organización socia de Entreculturas en el país), que cuenta con 79 centros educativos en 15 departamentos distintos, a los que acuden 63.000 estudiantes. A algunos de estos colegios en Bogotá acudirán Rozalén y Beatriz para conocer cómo se trabaja en ellos.
Tras visitar Bogotá y Guapí, la última parada del viaje será en Cartagena de Indias, Rozalén y Beatriz visitarán y se encontrarán con las mujeres que forman parte de los procesos comunitarios de Fe y Alegría en las comunidades rurales de la zona.