El conflicto se ha cobrado en apenas unos días más de 300 vidas
El pasado sábado estallaron combates entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), un grupo paramilitar legalizado en Sudán. En apenas unos días, tal como afirman algunos medios de comunicación locales, el conflicto se ha cobrado más de 300 vidas y 3.000 heridos.
Ante esta situación, Ayuda a la Iglesia Necesitada ha hablado con Kinga von Schierstaedt, coordinadora de proyectos de la organización en África y responsable de los proyectos en Sudán, quien ha confirmado el grave peligro que supone que el conflicto se extienda.
“A parte de la capital, donde los combates son actualmente más intensos, también hay enfrentamientos en Merowe, El Obeid y la zona de Darfur”, ha explicado. “En El Obeid se están produciendo fuertes combates, enfrentamientos callejeros y tiroteos”. Así, “también la catedral se ha convertido en un campo de batalla. Dos grandes artefactos explosivos cayeron el jueves 20 de abril en el recinto de la iglesia: uno ha hecho añicos las vidrieras la iglesia y el otro, la casa sacerdotal. Gracias a Dios no ha habido pérdidas humanas”.
“El peligro de que el conflicto se expanda está siempre presente porque se trata de una lucha de poder y ambas partes están atrincheradas en sus posiciones”, ha continuado. “He hablado con uno de nuestros socios de proyectos en Kosti, en el sur del país, en la frontera con Sudán del Sur, donde la situación sigue tranquila por el momento”.
Asimismo, ha apuntado que “si bien la Iglesia católica sudanesa es muy pequeña, pues cerca del 95% de la población es musulmana, pero como no se trata de un conflicto ideológico o religioso, todos los ciudadanos se ven afectados por igual”. “Los creyentes, sacerdotes y religiosos no pueden salir de sus casas. La misa dominical se canceló y los sacerdotes no pueden celebran la misa diaria en las iglesias. La vida de fe en las zonas de crisis sólo tiene lugar en las casas”, ha aseverado.