Miroslaw Adamczyk expresó, junto al todo el Episcopado, lealtad y fidelidad al sucesor de Pedro
En la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, con una Misa de Acción de Gracias se inauguró la 122° Asamblea Plenaria del Episcopado argentino. Esta reunión de obispos se desarrollará hasta el próximo viernes.
La Eucaristía fue presidida por el Nuncio Apostólico, Miroslaw Adamczyk, por el cardenal primado, Mario Poli, el cardenal Héctor Luis Villalba, y los miembros de la Comisión Ejecutiva de la CEA. Fue concelebrada por todos los obispos titulares, auxiliares, prelados, eméritos y administradores diocesanos que participan de las jornadas que se están desarrollando en el Cenáculo, en la diócesis de Zárate-Campana. Agradeció a todos los presentes, incluidos algunos funcionarios nacionales y locales, y les presentó su respeto y expresiones de estima.
Recordó que el pasado 13 de marzo todo el pueblo de Dios en el país, celebró y agradeció los 10 años del Papa argentino, lo que permitió ahondar su persona, pero también conocer más sobre su Magisterio con los documentos del Santo Padre y su enseñanza.
Afirmó que en esta celebración quieren reconocer la importancia en la vida eclesial de un liderazgo que mantiene la unidad de los cristianos, y referenció a Santa Catalina de Siena que nos recuerda “que no existe el catolicismo sin la guía moral, humana y espiritual del Papa”. La Iglesia lo necesita para mantenerse fiel y unida.
El Nuncio aludió al orgullo que se sentía en Polonia por la elección de Karol Wojtyla. “En el mundo entero una sola persona puede ser Papa y esta persona era nuestro compatriota”, indicó. Agregó que está seguro que ese mismo orgullo lo sienten ahora los argentinos, porque un excepcional hijo de esta tierra, desde hace 10 años, está brindando una colaboración a la Iglesia Universal.
Al comenzar la Asamblea Plenaria, aseguró que es propicia la ocasión para dar todos juntos gracias a Dios por este Pontificado, expresar lealtad y fidelidad al Sucesor de Pedro, y para apoyarlo humana y espiritualmente ofreciendo por él sus oraciones.
El representante del Papa en la Argentina dijo que, para esta ocasión, eligió las lecturas de la misa de la Vigilia de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo. En alusión a estos textos, resaltó la misión de Pedro y de toda la Iglesia, y de la fuerte opción del Papa Francisco por los pobres y marginados. Además, recordó que la invitación papal en Fratelli Tutti es a caminar juntos en la fraternidad y en la amistad para construir un mundo mejor, más justo y pacífico, una forma de vida con sabor a Evangelio.
“No podemos tener dudas que la misión de Pedro y sus sucesores es siempre la misma y única: ser pastor del rebaño del Señor”, aseveró Adamczyk. Y quiso también resaltar la Exhortación Evangelii gaudium sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual.
Dijo que el Santo Padre llama siempre a la conversión pastoral, y a una Iglesia en salida con las puertas abiertas, que llega a las periferias humanas y no está cerrada para nadie; un hospital de campo con heridos buscando a Dios, bajo un lema sinodal: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Con este Sínodo, el papa Francisco tiene grandes esperanzas y está convencido en una Iglesia mucho más sinodal, con diálogo interno, escucha mutua, mayor apertura a los laicos. Y agregó: “abrir el Espíritu Santo a nuevas inspiraciones y leer correctamente los “signos del tiempo”.
El Nuncio aseguró que los tres pilares del sínodo son la comunión, la participación y la misión: hacer que la Iglesia sea verdadera comunión sacramental y fraterna; la necesidad de abrirse a todos; la participación que despierta la responsabilidad de la Iglesia entre todos sus miembros; y la misión como tarea primordial de toda la Comunidad.
Miroslaw Adamczyk expresó: “Te aseguro que cuando eras joven tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras”. Estas palabras de Jesús a Pedro son válidas para cada sucesor. Y continuó: “El Cardenal Jorge Mario Bergoglio, a sus 76 años de vida, dejó su Patria para quedarse en la ciudad eterna de Roma y ser el 266° sucesor de San Pedro y desde hace diez años, sin descanso, agrega sus ladrillos y piedras a la construcción de la Iglesia y del Reino de Dios“.
Refiriéndose a la misión del Papa aseguró que no es fácil y está estrechamente relacionada con el sacrificio. El Papa termina casi cada carta, discurso o documento con las palabras: “recen por mí”. “Y nosotros estamos hoy día en su antigua catedral, para rezar por el Papa Francisco; que tenga mucha salud y fuerzas, que tenga todas las gracias terrenas y celestiales necesarias para ser el Pedro de nuestro tiempo”, aseguró.
Teniendo en cuenta que, en el día de su aniversario, pidió como regalo la paz en el mundo entero, el Nuncio pidió unirnos a sus plegarias “para que Dios, que con cariño de Padre cuida de los hombres a quienes ha dado un único origen, conceda que todos nosotros formemos una sola familia que vive en paz y en el amor fraterno“.