Los Premios Barco de Vapor y Gran Angular logran un pleno de ganadoras. Porque las autoras de las obras son mujeres: Mónica y Patricia. Y porque las protagonistas de los relatos también son una niña y una adolescente: María y Ana. Mónica Rodríguez ha conseguido el Premio SM El Barco de Vapor 2023 por ‘Más valiente que Napoleón’, una obra que se adentra en el mundo del circo partiendo de la figura de la funambulista María Spelterini, reconocida por ser la única mujer en cruzar las Cataratas del Niágara sobre un cable en 1876. Patricia García-Rojo ha logrado hacerse con el Premio SM Gran Angular 2023 con ‘El verano en que llegaron los lobos’, una obra que, en palabras de la autora, se adentra en “los veranos de las adolescencias, de las primeras veces”.
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Los dos escritoras han resultado vencedoras entre más de 200 obras presentadas y cuentan con una amplia trayectoria en el mundo editorial, con más de 60 obras publicadas y varios premios, entre ellos algunos galardones de SM. Esta 45 edición de los Premios SM ha dotado con más 35 000 euros a cada una de las categorías, la mayor del mundo de habla hispana.
Un reconocimiento con parto incluido
“Llevo 14 años presentándome a los Barco de Vapor, por lo que he perdido muchos más de los que he ganado. He sido finalista hasta cuatro veces, pero cuando recibí la llamada, lloré, lloré y lloré”, confesó Mónica Rodríguez esta mañana, en el transcurso de la rueda de prensa celebrada en Madrid para presentar las novelas. Por su parte, Patricia García-Rojo confesó que “cuando me dijeron que había ganado, me puse de parto y me ingresaron en el hospital. Yo celebro los eventos de mi vida a lo grande”.
“En mi novela, me adentro en la valentía, pero bien entendida. A veces la valentía pasa por rechazar a las grandes hazañas”, reflexionó en voz alta Rodríguez. “Yo quería homenajear a la chica rara que fui, a esos jóvenes que no encajan en lo establecido. Por eso, todos los personajes de la obra se convierten en pájaro, mientras la protagonista se convierte en ciervo”, expuso García-Rojo.
Afrontar la muerte
“A veces queremos sobreproteger a los niños, y están preparados siempre que se les habla desde la sinceridad y la verdad”, añadió García-Rojo sobre el hecho de que su obra aborde un asesinato y el duelo que genera una muerte. “La muerte es parte de la vida y tiene que salir de forma natural en los libros, con un lenguaje adecuado para la edad. Un libro siempre ayuda a ser un ensayo para las emociones y la vida, nos ayudan a conocernos, a profundizar en la realidad y a multiplicar nuestra experiencia vital”, completó Rodríguez. “La literatura es transformadora de la sociedad, sin duda”, remató.
Sobre el hecho de ser autoras para literatura infantil y juvenil, Patricia expuso que los niños y adolescentes “son el público más crítico porque no tienen ningún problema en decirte a la cara que tu libro es una patata, pero también es el más entregado porque son capaces de hacer una revista a partir de uno de tus personajes”. A la par, apuntó que “hay quien cree que cualquiera puede escribir un libro para niños, y eso me parece terrorífico, se desprecia como si se tratara de una literatura de prospecto, por ejemplo, para una niña que sufre ‘bullying’. No se lee para poner soluciones fáciles, sino por el placer de leer”.
