La teóloga ha valorado la decisión de Francisco de democratizar la asamblea del próximo mes de octubre
La teóloga española Cristina Inogés, que forma parte de la Comisión Metodológica de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad, ha calificado de “gran avance impensable hace unos días” la decisión del Papa de permitir el voto de mujeres y laicos.
En declaraciones a Europa Press, Inogés ha señalado que esta medida se enmarca en los “primeros pasos de lo que debe ser la Iglesia de la escucha y del discernimiento”.
“Entra dentro de lo que es la práctica sinodal. En este Sínodo, Francisco ha ido poco a poco aplicando cambios. Verdaderamente, es un gran avance impensable hace unos días. Tenemos que caminar hacia el Sínodo del pueblo de Dios, y este es el primer paso. Creo que estamos ante los primeros pasos de lo que debe ser la Iglesia de la escucha y del discernimiento. Es un paso muy importante y muestra la libertad con la que actúa Francisco”, ha explicado.
El Papa ha renovado la estructura del Sínodo para que laicos y mujeres tengan derecho a voto en el texto final que salga de los debates sinodales. “No puede ser que unos pocos decidan por todos; no puede ser que se tomen decisiones sin tener en cuenta las peculiaridades y diferencias culturales; no puede ser que algunos varones decidan siempre por las mujeres. San Cipriano decía que lo que a todos nos afecta, por todos debe ser decidido y aprobado. Y esto lo decía en el siglo II… En el gobierno de la Iglesia tiene que estar representado todo el pueblo de Dios”, ha añadido Inogés.
En todo caso, avisa de que el Sínodo “no camina por una balsa de aceite” ya que “los obstáculos son muchos”. Para la teóloga española, estos obstáculos “han venido porque algunos obispos y parte del clero -sobre todo joven- sentían un cierto recelo ante los cambios que puedan llegar”. “También es verdad que estamos en el momento de pasar del poder a la autoridad, y eso impone bastante”, ha matizado.
A su juicio, esta decisión tendrá una buena acogida en España porque, “en definitiva, es buena para la Iglesia”. “Probablemente, algunas personas se sorprenderán, pero creo que será bien recibida la noticia porque, ¿quien puede negarse a la libertad del Espíritu?”, ha conlcuido.