Vaticano

Francisco clamará por la paz desde Budapest

Tras haber estado apenas unas horas en 2021, el Papa cumplirá mañana con su “promesa” de volver a Hungría





La segunda visita de Francisco a Budapest no es precisamente una sorpresa, sino el cumplimiento de una promesa. El 15 de septiembre de 2021, cuando volábamos a Roma después de su viaje a Eslovaquia, país que había visitado tras su estancia de pocas horas en la capital húngara, el Papa respondió así a la pregunta de un colega húngaro: “He prometido a vuestro presidente durante nuestro encuentro que miraría el año próximo o el otro la posibilidad de venir porque son muchos vuestros valores”. Promesa, pues, cumplida.



Efectivamente, el Papa había pasado algunas horas en Budapest el domingo 12 de septiembre de 2021 para presidir la clausura del 52º Congreso Eucarístico Internacional. Visita que le permitió mantener un encuentro con el presidente, Janos Ader, y con el primer ministro, Viktor Orbán, en la Sala Románica del Museo de Bellas Artes, y con los representantes del Consejo Ecuménico de las Iglesias, antes de celebrar una solemne eucaristía en la Plaza de los Héroes. Raspado el mediodía, emprendió viaje aéreo con destino a Bratislava.

Tres días intensos

Año y medio más tarde, el Papa volverá a Budapest, donde va a permanecer hasta el domingo 30 de abril. Tres días muy intensos en un clima internacional dramáticamente muy diferente de su primera visita a este país de la Europa central, con fronteras con Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Serbia, Rumanía y Ucrania. La invasión rusa a este país ha cambiado drásticamente el escenario no solo europeo, sino mundial, y, por lo tanto, va a condicionar las tomas de posición de Francisco, como se verá en el discurso que pronunciará pocas horas después de su llegada en el ex monasterio carmelita que es la sede del Gobierno húngaro. Allí hablará ante las autoridades políticas y religiosas, representantes de la sociedad civil y de la cultura, así como del Cuerpo Diplomático.

Teniendo en cuenta las condiciones físicas del Santo Padre, un mes después de haber pasado tres días en el Gemelli a causa de una bronquitis infecciosa y de sus problemas de movilidad, la agenda se ha concentrado toda ella en Budapest, sin visitar otras ciudades; por citar una sola, la sede primada de Esztergom, donde está enterrado, entre otros, el cardenal Joszef Mindszenty, héroe de la resistencia a la dictadura marxista, cuya causa de beatificación está en marcha.

Los refugiados en primer plano

En total, Bergoglio presidirá cinco encuentros con obispos, sacerdotes y religiosos, con los pobres y refugiados, con los jóvenes y con el mundo universitario y de la cultura. Además, presidirá el último día una multitudinaria eucaristía en la principal plaza de la nación, erigida en honor del héroe nacional, Lajos Kossuth, y en la que se encuentra el edificio neogótico del Parlamento. Pronunciará, pues, cinco discursos y una homilía. Entre los temas que sin duda abordará destaca el de la paz, 15 meses después del estallido de la guerra en la vecina Ucrania.

También estarán presentes la solicitud del país con los pobres y refugiados (medio millón de los ucranianos que atravesaron la frontera húngara residen aún dentro de en este país de apenas diez millones de habitantes) y la sinodalidad de la Iglesia misionera.

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