El próximo 4 de junio se elegirá al gobernador del Estado de México, la entidad más poblada del país, y el purpurado ha expresado su opinión al respecto
El cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, se refirió al proceso electoral que se celebrará el próximo 4 de junio en el Estado de México, donde se elegirá gobernador o gobernadora.
El Estado de México es la entidad más poblada del país, con casi 17 millones de personas. Es la circunscripción que rodea a la Ciudad de México, y por lo tanto es una entidad estratégica para los partidos políticos, gobernada históricamente por el Partido Revolucionario Institucional.
El cardenal Arizmendi actualmente vive en la ciudad de Toluca, Estado de México. Ahí radica desde que el papa Francisco aceptó su renuncia como obispo de San Cristóbal de las Casas, por motivos de edad.
Al dirigirse a los electores, les pidió informarse sobre cuál de las opciones políticas ayudaría mejor a enfrentar los graves problemas que padece la entidad, sobre todo en materia de inseguridad y la destrucción de la familia desde la educación escolar.
Sin hacer alusión directa a la candidata a gobernadora por el partido Morena, Delfina Gómez, quien fuera Secretaria de Educación, el cardenal recordó: “en las escuelas se está enseñando a los niños que ellos pueden escoger su género, sin tomar en cuenta su sexo. ¿Quién autorizó ese cambio educativo? Los del Estado (provincia, departamento) de México debemos analizarlo, al escoger próxima gobernadora”.
Sobre las críticas que recibe la Iglesia por opinar en asuntos políticos, algo que incluso está prohibido por las leyes civiles, el cardenal apuntó: ·”no han entendido que nuestro camino es Jesús de Nazaret, quien no andaba en las nubes predicando, sino que se encarnó en unas realidades históricas muy concretas y presentó, como centro de su actividad, el ideal del Reino de Dios, que es santidad y gracia, verdad y vida, justicia, amor y paz”.
Por lo anterior, dijo que los obispos no pueden pasar indiferentes ante “tantas personas que sufren, sobre todo por la violencia e inseguridad que se han adueñado de casi todos los territorios del país”.
“La Iglesia de Jesús tiene que ser samaritana, misericordiosa, atenta a las periferias personales y existenciales. Es el ejemplo de Jesús y no podemos traicionarlo”, añadió.