Más de 3 millones de alumnos cursan en España la asignatura de Religión. Así se desprende del informe elaborado por la Comisión para la Educación y Cultura d la Conferencia Episcopal y que se ha dado a conocer hoy.
Con los datos en la mano de 69 diócesis, la materia confesional cuenta actualmente con 3.119.268 estudiantes, lo que supone el 57% del total sobre el que se ha elaborado esta estadística. A la luz de estos datos, ha descendido 2,8% el alumnado con respecto al año anterior. En el caso de los centros públicos la bajada es del 2,5%, en los colegios privados, un 3,5%, mientras que la escuela concertada apenas ha descendido un 0,5%.
De esta manera, en los colegios públicos, 1,7 millones de alumnos cursan la asignatura de Religión, lo que supone un 45,3% de los estudiantes. En los centros concertados, la materia la estudian 1,2 millones, lo que supone un 89,1% de los alumnos de estos colegios. En la escuela privada se decantan casi 79.000 alumnos, el 71,7%.
Desde el Episcopado consideran que, entre las razones de este descenso, se encontraría la implantación de la LOMLOE. “Los retrasos en la aprobación de las nuevas enseñanzas por algunas Administraciones educativas provocaron incertidumbre y desinformación al inicio del curso académico”, plantean en el equipo que lidera el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, como presidente de la Comisión de Educación y Cultura, y que cuenta con Raquel Pérez Sanjuan como secretaria técnica.
En esta misma línea, también exponen que la Ley Celaá haya “ha debilitado” la presencia de la asignatura de Religión “en el sistema educativo al recortar los efectos de su evaluación y al suprimir la materia curricular que hasta este curso se ofrecía como alternativa al alumnado que no elegía Religión”.
Por ello, desde la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura se dirigen en estos términos a Moncloa y a la actual ministra del ramo, Pilar Alegría: “Seguimos reclamando un tratamiento digno y equiparable a las demás materias para la asignatura de Religión, así como para su profesorado”.
Más allá de las críticas, los obispos ponen en valor que “las familias siguen optando mayoritariamente por la enseñanza religiosa escolar, lo que pone de manifiesto el valor educativo y formativo de esta asignatura para una parte significativa de la población”.
Así, subrayan que el mero planteamiento de la asignatura hace que se trate de un referéndum anual en tanto que es una “asignatura libremente elegida”. “Se trata de cifras relevantes que hay que considerar en el marco de una sociedad cada vez más plural cultural y religiosamente”, añaden, agradeciendo “el sentido de la responsabilidad y la confianza de las familias y jóvenes”.