En la mañana del sábado tomó posesión de la diócesis de Temuco Jorge Concha Cayuqueo, designado por el papa Francisco el 4 de marzo pasado. En una catedral llena de fieles, la ceremonia contó con autoridades regionales y participantes del pueblo mapuche y de comunidades de Osorno, Santiago y todos los decanatos de la diócesis.
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Concha nació en 1958 en la comuna de Carahue de esta misma Región de La Araucanía, a la que ahora llega como su pastor. Hijo de madre mapuche, le da pertenencia a ese pueblo. Por esto, con total propiedad, al iniciar su homilía saludó en ambas lenguas: castellano y mapudungun.
Profesión de Fe
La ceremonia tuvo una primera parte en la sacristía de la Catedral donde se realizó la Profesión de Fe y Juramento de Fidelidad, presidida por Fernando Chomalí Garib, arzobispo de Concepción, acompañado por el canciller del obispado, el nuncio apostólico, Alberto Ortega, e integrantes del Colegio de Consultores de la diócesis de Temuco.
Luego, Jorge Concha se dirigió al atrio de la Catedral donde recibió el saludo del alcalde de Temuco, Roberto Neira, y del delegado presidencial de La Araucanía, José Montalva. Allí también, un grupo mapuche realizó una rogativa por su servicio, a la que se integró el obispo.
Una vez en la Catedral oró en la capilla del Santísimo, acompañado por el silencio intenso y elocuente del templo colmado de fieles.
El obispo Concha inició su homilía saludando en castellano y mapudungun. Continuó: “El Señor es mi pastor, nada me puede faltar, con esta hermosa frase del salmo, cargada de significado, he querido iniciar mis palabras al comenzar el ministerio episcopal en Temuco, encomendado por el querido papa Francisco. Es una expresión de reconocimiento y de confianza al único pastor de nuestras vidas, como persona y como comunidad, Jesucristo el Señor. Reconocimiento de Dios y confianza en Él, dos aspectos que espero no falten en mi servicio ni en la vida del pueblo de Dios en Temuco”.
Diálogo y reconocimiento
Más adelante se refirió a este servicio que inicia: “este encargo y todo lo que implica lo llevaremos adelante lo mejor que podamos y siempre pendientes de Él, con la ayuda de los dones del Espíritu y con su gracia”. Agregó que: “me atrevo a decir que servir al diálogo y al reconocimiento es fundamental, necesario, urgente y al que ojalá todos pudiéramos sumarnos, los más posible. Todo lo que favorezca reconstruir confianzas y permita descubrir nuevas posibles miradas de la realidad puede ser de gran ayuda”.
En su homilía, Concha se dirigió a su pueblo: “A mi pueblo mapuche. Sus anhelos son los míos, su historia también es mi historia, no exenta de injusticias y sufrimientos. Todavía las huellas de los sucesos del pasado siguen abiertas y clamando por justicia, por respeto, por la paz, por derecho a vivir con dignidad y esperanza. El reconocimiento en toda su amplitud es fundamental para seguir dando pasos. Y este reconocimiento debe ser de uno y de otros, de todas las partes, para que haya diálogo y acercarse la unidad”.
Después de citar al papa Francisco en su visita a Temuco el año 2018, agregó: “espero ser pastor de todos y para todos, sin excluir ni privilegiar” y dijo que en esa diócesis “hay una gran diversidad de procedencias y culturas que a todos nos enriquecen”.
Contexto inquieto y tensionado
Antes de concluir la eucaristía el nuncio Alberto Ortega expresó saludó expresando su alegría de que la diócesis tenga nuevo obispo. “Manifiesto la alegría de estar aquí, la alegría de que por fin la diócesis San José de Temuco tiene un nuevo obispo que se esperaba desde hace tanto tiempo. “Es alguien que conoce bien la situación, dijo el nuncio, y por lo que he podido ver en esta misa con tanta gente, un ambiente muy bonito, pues va a contar con el apoyo de mucha gente”.
Concha conoce bien la Región, en la que creció, estudió y tiene su familia. Conoce su complejidad. En parte de su homilía, él mismo aludió a esta situación: “En un contexto social inquieto y tensionado, donde se relacionan muchos hechos y sobre los cuales hay muchas miradas y expectativas de sus numerosos actores, la iglesia estará para servir. Me atrevo a decir que servir al diálogo y al reconocimiento es fundamental, necesario y urgente; y ojalá todos pudiéramos sumarnos. A lo que no podemos conformarnos es a caer en una espiral de desencuentros y a seguir en una espiral de violencia. No podemos rendirnos a la idea de que ya no se puede más, que no hay más posibilidades. Sería una derrota de la razón y del amor. La creatividad del ser humano es inmensa para ayudar a levantar la mirada, para apoyar toda iniciativa en favor de la paz, la justicia y la fraternidad y un trato amigable a la hermosa creación que Dios nos ha regalado”, dijo el nuevo obispo de Temuco.
La diócesis de Temuco comparte con la de Villarrica el territorio de la región de La Araucanía, tensionado por hechos de violencia que tienen su origen en la reivindicación de tierras por parte del pueblo mapuche. Con más de 700 mil habitantes, la diócesis tiene un 64% de ellos que se declara católicos, atendidos por 56 sacerdotes en 37 parroquias.
