El Gobierno de Zelenski se desmarca de una supuesta negociación, si bien Francisco nunca habló en presente, sino en futuro: “La Santa Sede está dispuesta”
“Si se están dando esas conversaciones, se están dando sin nuestro conocimiento o sin nuestra bendición”. Así se ha manifestado el Gobierno ucraniano a CNN al ser consultados por la posible medicación vaticana para un posible retorno de los niños ucranianos robados en este último año por parte del Ejército ruso.
Desde Kiev se demarcan de las reflexiones que hizo el propio Francisco el pasado domingo en el vuelo de regreso de Hungría. Durante el trayecto a Roma, en el marco de la habitual rueda de prensa al finalizar todas sus peregrinaciones internacionales, el Papa fue preguntado en estos términos por la corresponsal vaticana de Cope, Eva Férnandez: “El primer ministro ucraniano le ha pedido ayuda para traer de vuelta a los niños, llevados a la fuerza a Rusia. ¿Han pensado en ayudar?”
“Creo que sí porque la Santa Sede ha actuado como intermediaria en algunas situaciones de intercambio de prisioneros, y a través de la embajada fue bien, creo que esto también puede ir bien”, respondió Francisco. Lo cierto es el Papa en ningún momento habló de que ya estuviera abierto algún cauce concreto a este respecto. Es más, verbalizó lo siguiente: “Es importante, la Santa Sede está dispuesta a hacerlo porque es justo, es una cosa justa y hay que ayudar, para que esto no sea un casus belli, sino un caso humano”.
A renglón seguido, explicó que “es un problema de humanidad antes que un problema de un botín de guerra o de una transferencia de guerra. Todos los gestos humanos ayudan, pero los gestos de crueldad no ayudan. Debemos hacer todo lo humanamente posible”.