Francisco dedica su oración mensual a las nuevas realidades eclesiales, a las que invita a ponerse “al servicio de los obispos y de las parroquias” para fortalecer la comunión eclesial
Francisco está convencido de que “los movimientos eclesiales son un don, son la riqueza en la Iglesia”. Sin embargo, también es consciente de sus debilidades. Y así lo pone de manifiesto a través del video del mes de mayo para la Red Mundial de la Oración con el Papa.
El pontífice argentino invita a estas realidades católicas emergentes a depurar su ser y hacer. Así, Jorge Mario Bergoglio les llama a que “renueven la Iglesia con su capacidad de diálogo al servicio de la misión evangelizadora”. Desde ahí, les apunta a redescubrir “cada día en su carisma nuevas formas de mostrar el atractivo y la novedad del Evangelio”.
El Papa es consciente de que “Hablando idiomas diferentes, parecen diferentes, pero es la creatividad que crea esas diferencias”. En este sentido admite que fomentan la comunión “entendiéndose siempre y haciéndose entender”. Es en este punto, cuando Francisco los anima a trabajar “al servicio de los obispos y las parroquias para evitar cualquier tentación de encerrarse en sí mismos”. “Este puede ser el peligro”, subraya.
En esta misma línea, confía en que se mantengan alineados a la Iglesia, entendiendo la comunión como “un don del Espíritu Santo”. En paralelo, espera que no frenen su vocación evangelizadora “respondiendo al impulso del Espíritu Santo, a los desafíos, a los cambios del mundo de hoy” para ponerse “al servicio de las necesidades del mundo”. “Al servicio”, insiste el Papa en el vídeo.
Esta pieza audiovisual se ha realizado mano a mano con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Para la subsecretaria del departamento vaticano, Ghisoni, Subsecretaria del Dicasterio los movimientos “son realidades internacionales, intergeneracionales, plurivocacionales, con un potencial formativo probado”. Al igual que el Papa, esta laica subraya que “están llamadas a no encerrarse nunca en sí mismas, sino a vivir su vocación y su misión auténticamente eclesiales”.