“Las raíces cristianas —hoy como ayer— siguen siendo amenazadas; no solo en Hungría sino en toda Europa”. De esta manera se ha expresado hoy Francisco durante la audiencia general de los miércoles. El Papa ha compartido con los miles de fieles que se encontraban en la plaza de San Pedro una meditación centrada íntegramente en su visita a Budapest.
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El lema de esta visita fue ‘Cristo es nuestro futuro’. En este sentido, ha destacado dos imágenes que, según sus palabras, resumen este viaje: las raíces y los puentes.
En primer lugar, “en Hungría encontré un pueblo con profundas raíces cristianas; entre ellas, el testimonio de los santos, que fueron luces para sus hermanos y hermanas en los momentos de oscuridad”, ha señalado el Pontífice.
Así, tras hablar sobre estas raíces amenazadas, Jorge Mario Bergoglio ha destacado que “es importante reflexionar sobre el origen de nuestra vida y de nuestros pueblos, para que se encuentre su verdadero sentido y se den buenos frutos”.
En segundo lugar, ha apuntado que los puentes “renuevan la llamada a conectar a las personas, abriendo así nuevos caminos al Evangelio, para que todos puedan conocer a Cristo y experimentar su amor”.
Legionarios de Cristo
En su saludo a los peregrinos de lengua española se ha dirigido especialmente a los sacerdotes Legionarios de Cristo que fueron ordenados el sábado 29 de abril y a sus familias.
“En este mes de mayo pidamos a María, Reina de la paz, que nos enseñe a construir en el mundo puentes de amor y fraternidad”, ha aseverado. Para luego terminar: “A ella, Madre del consuelo y Reina de la paz, encomiendo la población martirizada de Ucrania”.
