Este 3 de mayo la investigadora nicaragüense Martha P. Molina Montenegro presentó desde el exilio la tercera entrega de la investigación ‘Nicaragua: ¿una Iglesia perseguida?’, donde documentó que el gobierno de ese país prohibió 3,176 procesiones durante la Semana Santa de 2023.
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Por esta razón -explicó la autora- las personas tuvieron que vivir su fe “con las imágenes de los santos recluidas en sus parroquias y siempre vigilados y asediados por la Policía Nacional y adeptos del Consejo del Poder Ciudadano. Vulnerando el artículo 29 de la Constitución Política de Nicaragua que establece que toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia, de pensamiento y de profesar o no una religión. Nadie puede ser objeto de medidas coercitivas que puedan menoscabar estos derechos”.
Un cúmulo de agresiones
En el informe, de 232 páginas, también refirió que desde abril de 2018 a marzo de 2022 el régimen sandinista perpetró 529 ataques contra la Iglesia Católica. Entre las víctimas está el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, 37 religiosos exiliados -incluido otro obispo y varios sacerdotes, y 32 hermanas religiosas de diversas congregaciones expulsadas.
Entre los ataques se incluye también la confiscación, por parte del Estado, de al menos 7 edificios propiedad de la Iglesia católica, así como el cierre y la confiscación de bienes de medios de comunicación católicos.
El régimen también expulsó al nuncio apostólico y a dos sacerdotes; desterró a ocho religiosos a Estados Unidos (cinco sacerdotes, un diácono y dos seminaristas); negoció la salida de un jerarca católico y ha prohibido la entrada a Nicaragua a diez religiosos; mientras a uno le negó la salida.
El informe -asegura la investigadora- “perfila un estudio minucioso de cada hostilidad ejecutada, y cada uno de los datos ha sido verificado y descrito de manera ascendente, para que el lector pueda acceder desde la primera agresión acontecida hasta la última registrada”.
2022 “el año más nefasto para la Iglesia católica”
“El interés de este informe -añadió- es mostrar en cifras concretas las agresiones y los embates que sufre la Iglesia católica en Nicaragua”.
Martha Molina Montenegro, quien es abogada e integrante del consejo editorial del diario La Prensa de Nicaragua, señaló que fue con información de los laicos que se documentaron las agresiones a la Iglesia católica.
Molina no descartó que el número de agresiones sea mayor, pues “hay una escasa o nula denuncia por parte de las autoridades religiosas y el creciente temor y prudencia de los laicos o miembros de grupos religiosos para documentar las hostilidades”.
De acuerdo con el estudio, en 2018 se documentaron 84 hostilidades contra la Iglesia, 80 en 2019, 59 en 2020, 55 en 2021, 161 en 2022, y 90 en el primer trimestre de 2023.
El año 2022, con 161 agresiones, fue calificado por Molina como “el año más nefasto para la Iglesia católica”.
No obstante -dijo- “si la dinámica de la administración pública Ortega-Murillo continúa manteniéndose en estos valores constantes, podría asegurarse que este año será igual o peor que el anterior“.
El informe puede descargarse en este enlace.