Después de las alarmantes números que brindó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) que marcaron una pobreza del 39,2% y una indigencia del 8,1%, Cáritas Argentina centró su atención en una serie de acciones destinadas a dar una respuesta a las necesidades alimentarias y nutricionales.
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El programa “Pan de Vida” es una herramienta más que está implementando la organización después de la pandemia para que las personas puedan acceder a alimentos suficientes y de calidad para su salud y bienestar general.
Mucho más que alimentos
Frente a la inseguridad alimentaria, esta iniciativa tiene como objetivo mejorar la calidad sin descuidar la cantidad, la iniciativa Pan de Vida está realizando acciones concretas.
Están adecuando, a nivel edilicio y de equipamiento, la condición de los comedores en los que se preparan los alimentos. Asimismo, están brindando ayuda económica para lograr la incorporación de productos frescos en las ingestas diarias como frutas, verduras, lácteos y carnes.
También están ofreciendo colaboración en la educación para una alimentación saludable, con la finalidad de incidir en problemáticas relacionadas (desnutrición, alimentación deficiente, nutrición durante los primeros 1000 días de vida, obesidad).
Además, promueven y animan a las comunidades para que generen proyectos ligados a alimentación (huertas comunitarias, producción de alimentos envasados, entre otros). Esto sirve no sólo para los comedores, sino también para la generación de fondos que ayuden a sostenerlos.
Respuesta alimentaria
Más allá de este programa, Cáritas Argentina viene desarrollando distintas acciones de cuidado primario en materia de Respuesta Alimentaria. El año pasado llegó a más de 100 mil personas a través de 360 centros distribuidos en 41 diócesis.
Con la mirada puesta en la vida de las familias que viven con riesgo de inseguridad alimentaria y en las personas que trabajan incansablemente en los comedores y hogares de Cáritas, desde Respuesta Alimentaria elaboraron un material muy simple con orientaciones concretas para ayudar a lograr una alimentación más saludable, una cartilla “El Pan Nuestro de Cada Día”.
Este material es el fruto de la experiencia de los comedores y del consejo de los profesionales especializados; de lectura fácil y adaptado a la realidad de las comunidades en riesgo de seguridad alimentaria. Allí aborda temas como hábitos saludables, necesidades nutricionales de niños, embarazadas y adultos, consumo responsable, la organización de los comedores de Cáritas, la planificación del menú y de las compras, medidas de higiene y conservación de alimentos.
Con este nuevo aporte, continúan buscando caminos realizables y accesibles económicamente para seguir atendiendo a las comunidades más postergadas.
