El cardenal Felipe Arizmendi Esquivel se refirió una vez más a las elecciones que tendrán lugar el próximo 4 de junio en el Estado de México, donde él reside desde noviembre de 2017, luego de que el papa Francisco aceptara su renuncia como obispo de San Cristóbal de las Casas, por motivos de edad.
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Arizmendi -quien fue nombrado cardenal de la Iglesia católica por el Santo Padre en noviembre de 2020- se ha referido en varias ocasiones a este proceso electoral, por tratarse de la entidad federativa más poblada del país, y un punto estratégico para los partidos políticos debido a que envuelve a la Ciudad de México.
En su artículo semanal, el cardenal mexicano explicó que en el Estado de México sólo dos opciones de coaliciones partidistas y sus candidatas son mujeres, lo cual -dijo- debe celebrarse.
Familia, la prioridad
En este sentido, llamó a los electores mexiquenses a valorar de las candidatas qué lugar concede cada una de ellas a la familia, “porque de eso depende en gran parte la sociedad que deseamos construir”.
Aseguró que si bien la Iglesia es consciente de las distintas formas como se ha configurado actualmente la familia, y las respeta, “seguimos prefiriendo la llamada familia tradicional; es decir, la formada por un hombre y una mujer, con la bendición de los hijos”.
Y añadió: “Los electores deben tomar en cuenta qué tipo de familia queremos para nuestro Estado. Y no sólo escuchar ideas abstractas, que pueden ser muy bonitas, sino fijarnos en el tipo de familia que vive una persona en concreto. Si para alguien su familia son perros y gatos, eso ya nos dice mucho”.
La importancia de la familia
Tras señalar que es cierto que las familias de ahora no pueden ser tan numerosas como en tiempos pasados, dejó en claro que tampoco se puede presentar como ideal la reducción total del número de hijos.
Puso el ejemplo de Europa donde -dijo- ya están resintiendo los efectos económicos de no tener hijos, y ahora deben admitir migrantes de otras culturas para subsistir económicamente.
“Si no hay hijos, no hay quien garantice seguridad social para las personas mayores. Por tanto, no es sólo una cuestión moral, sino también de política económica. Por ello, hay que dar la debida importancia al tipo de familia que queremos para nuestro México”.
El cardenal Arizmendi exhortó a respetar otras formas de familia distintas a la tradicional, pero, a la hora de elegir legisladores y gobernantes -insistió- “analicemos qué tipo de familia promueven, en su vida y en sus propuestas, para apoyar a quienes estén de acuerdo con nuestra concepción de familia”.