Sophia Weixler es una joven religiosa alemana que ha sido víctima de abusos. Sin embargo, su caso fue archivado. Ahora, ha encontrado una forma de procesar todo lo vivido a través de la escritura. Concretamente, a través de salmos que, como ella misma ha señalado en una entrevista a Kath.ch, nacen de la oración y que ahora se han recogido en el libro stos ‘Respiro esperanza’.
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Weixler señala que, más allá de los propios abusos, “la dificultad radica en admitir esta verdad dentro de uno mismo”. “Como sobreviviente, logras separarte y disociarte en las situaciones dolorosas. En otras palabras: separar las experiencias de la propia identidad para poder sobrevivir”, ha explicado, preocupada porque “tan pocos de estos delitos en Alemania se procesen más allá de la etapa de investigación preliminar, principalmente debido a la falta de pruebas”, además de por “cómo lidia la iglesia con estas dos formas de violencia”.
Redescubrir la dignidad
“Cuando estaba escribiendo mis textos, la oración era tanto un desafío como un apoyo para mí”, continúa, convencida de que “donde la espiritualidad se convierte en un instrumento de poder, el alma es indeciblemente herida y conduce a fuertes irritaciones en el encuentro con Dios”. Por eso, “uno tiene que aprender de nuevo que el alma de uno tiene dignidad y que nadie más debe tener acceso al alma”.
Por eso, señala que después de pasar por una experiencia así “primero hay que redescubrir que no fue Dios quien ‘abusó’ del alma, sino un ser humano. Los Salmos fueron para mí una forma de mantenerme en relación con Dios, de experimentar resonancia, mi dignidad, de experimentarme amada y llamada por él”.