Para el fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, “la sed de paz es tal que esperábamos un milagro de una cumbre de 40 minutos, pero superpusimos la esperanza a la realidad”. Es el balance que el impulso de la plataforma eclesial referente en procesos de paz en todo el planeta hace del encuentro que el pasado sábado mantuvieron en el Vaticano el Papa Francisco y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
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En un entrevista al diario ‘La Provincia Pavese’, el historiador comparte que la reunión a priori pudo “defraudar”, en tanto que Zelenski “está trabajando desde una dinámica ofensiva y su lenguaje continúa siendo el de la victoria y la reconquista de los territorios”.
Cara a cara
Sin embargo, Riccardi subraya que “el encuentro cara a cara con el Papa no resultará irrelevante desde el punto de vista diplomática”, en tanto que se trata de la primera vez que Zelenski dialoga con un líder que tiene otra posición en el tema de la guerra”.
Con estas premisas, el fundador de Sant’Egidio está convencido de que la diplomacia vaticana continuará trabajando desde “la pasión” que están poniendo tanto el Papa como el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado. Es más, lejos de considerar equidistante el papel de Francisco, prefiere hablar de “imparcialidad activa”, como demuestra su condena a la masacre de Bucha, sus significativos Vía Crucis de Semana Santa en los que invitó a participar tanto a ucranianos como rusos.