El vertiginoso avance de la secularización en Occidente y, en particular en España, es una realidad que se palpa en el día a día en la participación en los sacramentos en las parroquias, en los matriculados en religión en los centros públicos, en la escasez de vocaciones en seminarios y noviciados…
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Un estudio elaborado por Ipsos, reconocida multinacional de investigación de mercados y consultoría, pone cifra a esta realidad y asegura que solo un 44% de la población española se declara católica. Se trataría del primer sondeo que sitúa en menos de la mitad de la ciudadanía el número de cristianos en nuestro país.
En 26 países
De hecho, el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) relata que España cuenta con un 53,8% de católicos, con la distinción entre no practicantes (35%) y no practicantes (18,8%). Lo cierto es que desde que José Félix Tezanos asumiera la presidencia del organismo responsable de los estudios demoscópicos oficiales de nuestro país, los católicos se habrían reducido un 12,5%, hasta representar un 66,3%, que era la cifra que registraba el barómetro de julio de 2018.
El nuevo informe de Ipsos va más allá y sostiene que el 43% de la población española se declara no religiosa frente a algo más de la mitad (54%) que se declara cristiana, de los cuales, un 44% católicos. El estudio ‘Global Religion 2023: Creencias religiosas alrededor del mundo’ se basa en un sondeo realizado en 26 países entre el 20 de enero y el 3 de febrero de 2023. Para esta investigación, se entrevistó a un total de 19.731 adultos mayores de 18 años.
Tolerancia religiosa
Más allá de esta reducción del número de creyentes en nuestro país, el informe también desvela que solo un 68% de los ciudadanos de España se sienten cómodos con personas de distintas creencias religiosas a las suyas. Se trataría del porcentaje más bajo, solo por delante de Alemania, de toda Europa.
Entre los españoles creyentes encuestados, seis de cada diez (67%) comparte que tener fe en Dios o en un poder superior le permite sortear mejor las crisis. Un 65% expresa que su fe da significado a su vida, mientras que un 62% está convencido de que les permite ser más felices que el resto de las personas. En paralelo, el estudio desvela que un 56% de los ciudadanos piensa que la religión hace “más mal que bien al mundo”.