Todo comenzó, asegura su familia, cuando el pequeño con autismo hizo caer –de forma accidental– una vela durante el ensayo de la que iba a ser su primera comunión en la parroquia de Silvi, en la provincia italiana de Teramo. Un incidente que no causó mayores inconvenientes, pero que para él, tal como señala La Repubblica, sí tuvo consecuencias: la de ser excluido del resto del grupo y relegado a hacer la comunión en solitario por decisión del párroco.
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La noticia ha llegado a oídos del papa Francisco, y ha sido el propio párroco quien ha invitado al pequeño a ir a Roma el 17 de junio para encontrarse con el Papa en el aula Pablo VI. Ha recibido, además, las disculpas por parte del obispo de Teramo, Lorenzo Leuzzi.
Comunión en solitario
Sin embargo, este pequeño recibió su primera comunión aislado de sus 40 compañeros, que comulgaron juntos el pasado domingo. La decisión del párroco, entonces, fue trasladarle a una capilla para que la hiciera en solitario, algo a lo que sus padres se negaron. Finalmente trasladaron la comunión a la parroquia del Santísimo Salvador, la cual se encuentra a 5 kilómetros de la de su comunidad religiosa.