Cerca de cuatro millones de personas se benefician al año de su acción caritativa, tal y como recoge la Memoria de Actividades de 2021
Cerca de cuatro millones de personas se beneficiaron de la actividad de 8.864 centros asistenciales católicos en 2021. Es más, en los últimos diez años, la actividad asistencial se ha incrementado en un 70%. Este es solo uno de los datos que se incluyen en la Memoria de Actividades de la Iglesia en España correspondiente a 2021. En el estudio, se subraya además que hasta 6.300 centros de la Iglesia están destinado a la lucha contra la pobreza, que atienden al año a más de 2 millones de personas.
Este informe anual se presentó esta mañana en el marco de una rueda de prensa en la que participaron el secretario general de la Conferencia Episcopal, César García Magán, así como la directora de la directora de la Oficina de Transparencia, Ester Martín, y coordinadora de esta memoria.
García Magán justificó la existencia de esta memoria como “un ejercicio de transparencia y un compromiso que va más allá de lo que exige la normativa”. Al repasar la aportación de la Iglesia al bien común, subrayó la prioridad de “las periferias sociales y los descartes de la sociedad, los cuartos mundos que están insertos en las sociedades desarrolladas”.
“No se trabaja por el reconocimiento, pero sí es bueno que se reconozca lo que se trabaja”, compartió el también obispo auxiliar de Toledo, que hizo un llamamiento a no perderse en los datos: “No se queden en la frialdad de los números y las estadísticas, porque debajo de ella está el compromiso de una fe anunciada de tantísimas personas que son la Iglesia que camina en España”.
“No es una rendición de cuentas al Estado, sino que compartimos con la sociedad qué es la Iglesia y lo que aporta a la sociedad”, destacó Martín, que puso en valor la validez de esta memoria, al pasar de utilizar 77 indicadores en 2010 a más de 300. Además, se cumplen once años de que este informe está auditado por PWC siguiendo estándares internacionales.
“La Iglesia es principalmente servicio y su papel hoy en innegable”, añadió Martín al defender “el peso que tiene en España como motor social, cultural, económico y espiritual”. Y es que, en la Memoria se incluye el alcance de una labor evangelizadora que se traduce, por ejemplo, en las 28 millones de horas de trabajo que realizan los 16.126 curas de nuestro país.
“Los sacerdotes están siendo un salvavidas para millones de personas, tanto en el acompañamiento material como espiritual”, expuso en relación a este aspecto la directora de la Oficina de Transparencia. A la par, puso en valor la entrega del voluntariado:” Si la Iglesia tuviera que ir al mercado a contratar estos servicios nos cuesta más de dos veces y medio de lo que le cuesta a la Iglesia”.
Desde el punto de vista de la enseñanza, los 2.548 centros educativos católicos ahorraron al Estado 4.356 millones de euros en 2021. Son 461 millones más que el año anterior. La Memoria también aborda el plano cultural eclesial, un patrimonio que supone un 3% del PIB de nuestro país, que genera un impacto económico de 22.620 millones de euros, además de 225.000 empleos directos e indirectos.
Tal y como reconocieron tanto García Magán como Martín, parte de esta actividad es posible fruto de los 321 millones de euros recibidos a través de la Asignación Tributaria en 2021. Esta inyección pone de media entre el 20% y el 30% de los ingresos de la economía diocesana.