Arrancó en Puerto Rico la versión 39 de la Asamblea general ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), que marcará el rumbo pastoral de la Iglesia en el continente en los próximos cuatro años.
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Los prelados hacen un balance a partir de la renovación y reestructuración, emprendidas en 2019, que han tenido como principal fruto la Asamblea Eclesial y la experiencia aportada al actual camino sinodal, convocado por el papa Francisco.
Este miércoles, 17 de mayo, en el bloque de la tarde tienen previsto realizar las elecciones de la nueva presidencia y durante la mañana la directiva saliente dará una conferencia de prensa.
Saludo del Papa
En la apertura, Miguel Cabrejos, presidente del Celam, ha lanzado un par de preguntas a sus hermanos obispos: ¿Qué quieres para ti América Latina y el Caribe? ¿Qué desafíos nos urge para responder mejor al Santo Pueblo de Dios? Por lo que ha insistido en seguir avanzando en “un nuevo modo eclesial de proceder que tenga siempre su punto de partida y también su punto de llegada en el Pueblo de Dios”.
“Somos uno, trabajamos juntos y estamos en misión permanente, enviados por Cristo”, por supuesto, “siempre que se sitúe en el telón de fondo de la comunión, de la participación y de la misión”, ha dicho.
El papa Francisco, a través del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado Vaticano, ha enviado una salutación para que esta asamblea “rinda abundantes frutos en favor de la Iglesia que peregrina en Latinoamérica y en el Caribe”.
Además, esté “siempre dispuesta al servicio, sobre todo de los pobres y descartados, discerniendo las inspiraciones del Espíritu Santo, en sinodalidad con todo el pueblo santo de Dios”. Impartió su bendición apostólica haciendo extensiva a quienes ha confiado sus cuidados pastorales en todo el continente.
Marcados por la eclesialidad
En esta primera jornada, la presidencia saliente ha presentado su informe de gestión. Señalaron que la nueva estructura se basó en “altos estándares de eficiencia, dirigida a generar procesos y no eventos, privilegiando la participación del laicado y vida consagrada” para superar de la autorreferencialidad y el clericalismo.
Para Cabrejos han sido muchos los frutos, entre estos: la organización de las fases diocesana y continental del Sínodo 2021-2024, con cuatro asambleas regionales, bajo el método de la conversación espiritual.
Un cuatrienio marcado por momentos destacados, no sólo para la Iglesia del continente, sino para la Iglesia universal, como fue la primera Asamblea Eclesial de América Latina y del Caribe, una propuesta del papa Francisco para retomar, reconectar y aprovechar la riqueza de la Conferencia de Aparecida.
El Celam ha estado “al servicio de las 22 Conferencias Episcopales del continente y de la Iglesia latinoamericana y caribeña que nos permite testimoniar una Iglesia en salida, más sinodal, que asume los desafíos de este tiempo ofreciendo integralmente mejores servicios pastorales”.
Por supuesto, la creación y consolidación de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama), como un aporte pionero a la Iglesia del continente y a la Iglesia universal. Mencionó la política para la prevención y el cuidado; y el Fondo Populorum Progressio, el cual fue confiado al Celam por el Papa para ayudar a gestionar los proyectos y su realización, de tal forma, continuar el trabajo conjunto con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
El corazón de la renovación
El nuevo corazón del Celam son sus centros pastorales, que en su proceso de articulación ha iniciado a consolidar redes de trabajo y estructuras más ágiles, por ejemplo, el Centro de programas y redes de acción pastoral ha apalancado de empoderamiento y organización con pueblos originarios, afros, garífunas y mujeres.
Además, viene acompañando acciones de las redes integrales de ecología como los procesos de incidencia en migración a través de la Red Clamor. Mientras que el Centro de gestión del conocimiento ha “desarrollado investigaciones de alto impacto con la red latinoamericana de universidades católicas hasta retomar la organización de los Congresos de doctrina social de la Iglesia”.
El Centro para la comunicación ha dado un vuelco a todos los procesos comunicaciones hasta entonces del episcopado latinoamericano, logrando robustecer un ecosistema informativo al servicio de la Iglesia y de la evangelización, en articulación con las conferencias episcopales y la Santa Sede.
Finalmente el Centro Cebitepal abandera los proceso de formación del episcopado y en esta nueva etapa abrió su espectro para privilegiar la formación online a raíz de la pandemia y han tenido como principales destinatarios a los laicos. En estos cuatro años, la virtualidad les ha permitido llegar a más de 70 mil matriculados.
Foto: Celam