Un grupo de nueve personas que de niños y adolescentes fueron víctimas de abusos sexuales por parte del clero en la diócesis de Múnich han recorrido en bicicleta los 700 kilómetros que separan Múnich a Roma para pedir al Papa un mayor compromiso en la lucha contra esta lacra.
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Así, tal como informa Europa Press, el encuentro con el el Pontífice ha tenido lugar este miércoles tras la audiencia general en la plaza de San Pedro. En el breve encuentro han podido entregarle una carta en la que le piden que dé una “señal clara” a los obispos “que no han cumplido con sus responsabilidades y que, en cierta medida, todavía hoy no lo hacen”.
El grupo de víctimas de abusos y violencia en la archidiócesis de Munich han hecho también entrega a Francisco de una escultura que representa un corazón, realizado por el artista alemán Michael Pendry. “La obra no muestra un corazón ordinario y romántico. El corazón tiene muchas partes abiertas, permite la introspección, es anguloso y está herido. Las personas que hemos sufrido abusos podemos encontrarnos fácilmente en esta representación. Lo mismo ocurre en nuestro interior, en el centro de nuestro ser, ¡en el centro de nuestro corazón!”, aseguran en la carta, que ha sido publicada por la archidiócesis de Múnich y Frisinga.
“El camino a la curación es un reto”
De esta manera han pedido a Francisco que “haga todo lo que esté en su mano para garantizar que en todos los rincones de la Iglesia universal se vea, se aborde y se evite el problema de los abusos sexuales y espirituales mediante medidas preventivas adecuadas”.
“Se han dado los primeros pasos, pero desde nuestra perspectiva sigue siendo necesario un compromiso firme y claro de todos los responsables en la Curia y en las diócesis de la Iglesia universal. Además, debe enviarse una señal clara a los responsables y a los obispos que no han cumplido con sus responsabilidades y que, en cierta medida, todavía no lo hacen”, añaden. “Incluso hoy en día, el camino hacia la curación es un gran reto, para algunos es difícil, para otros no es posible, a pesar de todos los esfuerzos y deseos”, concluyen los ciclistas.