La Iglesia Ortodoxa rusa ha anexado una nueva diócesis en el este de Ucrania. Concretamente, la eparquía de Berdyansk de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, situada en la región de Zaporizhia, controlada por el ejército ruso desde marzo de 2022.
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La decisión, tal como informa la Agencia Católica de Noticias (KNA), fue tomada por el Santo Sínodo –órgano rector de la Iglesia Ortodoxa Rusa– el pasado martes, manifestando que “la antigua eparquía de Berdyansk de debería estar directamente subordinada canónica y administrativamente” al patriarca Kirill.
Lógica militar e Iglesia
Para ello, se ha nombrado a un nuevo obispo de Rusia, Iskitim Luka, para hacerse cargo de ella, justificando que el anterior metropolitano Efrem “había dejado la diócesis de Berdyansk y que 76 de sus 86 clérigos habían pedido al patriarca de Moscú a principios de mayo que pusiera la eparquía bajo su jurisdicción”.
Sin embargo, según los informes de los medios, se dice que Efrem se negó a mudarse al Patriarcado de Moscú, y no queda claro, a día de hoy, dónde se encuentra. En este contexto, la experta en la Iglesia del Este, Regina Elsner, ha explicado a KNA que la decisión muestra cómo el Patriarcado de Moscú “se alinea con la lógica militar de Rusia y la ocupación también es impuesta por la Iglesia”.