Culminó la 39.ª Asamblea general del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), realizada en Puerto Rico, con Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre (Brasil), a la cabeza como presidente electo, para el nuevo periodo 2023-2027.
En un primer mensaje a toda la Iglesia del continente, han ratificado su compromiso de seguir profundizando en las aguas sinodales, que la anterior directiva comenzó desde 2019 con la Asamblea de Tegucigalpa, que los llevó a implementar un proceso de renovación y reestructuración.
A todas estas, los prelados han asegurado que “bajo la guía del Espíritu Santo hemos afirmado nuestra vocación a vivir una más plena y profunda colegialidad, eclesialidad y sinodalidad a fin de seguir anunciando la vida que proviene del evangelio, tal como reza el lema de nuestra Asamblea”.
“Hemos venido aquí desde distintas realidades de nuestra vasta y diversa región con el objetivo de hacer memoria agradecida por lo vivido en este cuatrienio (2019-2023), y discernir en comunidad los llamados que el Señor nos ha presentado para el ciclo que comienza (2023-2027)”, han señalado.
La nueva directiva del Celam tienen muy claro el panorama político, social, económico y ecológico de la región: pobreza, neopopulismos, violencias, crisis migratoria, entre otros, fueron analizados al dedillo en Puerto Rico.
Por ello, aseguraron que “reconocemos el llamado a tener una voz firme que responda ante los procesos democráticos que están siendo fragilizados, así como a recordar a los gobiernos sobre su prioritaria vocación y compromiso por la justicia y la atención a los más empobrecidos, entre ellos los migrantes”.
También han admitido “las fragilidades que nos han impedido hacer un servicio más profundo para acompañar a los miembros de nuestra Iglesia que se han alejado o viven una pérdida de sentido y de aquellos que se han visto abandonados o no escuchados”.
Los prelados han mencionado que “en estas intensas jornadas hemos estado atentos a la escucha de las voces del pueblo de Dios, que se han hecho presente a través de la relectura de los desafíos de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe”.
Además, han podido constatar “los frutos de las Asambleas regionales de la etapa continental del Sínodo, los signos de los tiempos de las diversas realidades de nuestra región, con sus dolores y sus esperanzas”.
Sin ambages, aseguran que “nos sentimos llamados a tomar posición frente a la polarización y a la imposición de ideologías que desintegran nuestras sociedades” y se mantendrán firmes a la atenta escucha de “los tantos gritos que nos interpelan y nos llaman a no claudicar en el seguimiento de Jesús, en el anuncio del evangelio de la esperanza y en el servicio del santo pueblo fiel de Dios”.
Junto con Spengler, el nuevo cuadro directivo ha quedado integrado por José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo (Venezuela) como primer vicepresidente; José Domingo Ulloa, arzobispo de Ciudad Panamá (Panamá) como segundo vicepresidente; Santiago Rodríguez, obispo de San Pedro de Macorís (República Dominicana); y Lizardo Estrada, obispo auxiliar del Cusco (Perú) como secretario general.
Foto: Celam