Durante las celebraciones por el aniversario del nacimiento del general Augusto Sandino, considerado héroe nacional en Nicaragua, el presidente Daniel Ortega calificó de ‘golpistas’ a los obispos católicos por su participación en las manifestaciones del 2018 en contra de las reformas a las leyes de seguridad social, y en las que habrían muerto unas 350 personas a causa de las represiones de la Policía Nacional.
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Cabe recordar que, durante los meses más complicados del conflicto, la Iglesia católica se ofreció como mediadora entre los manifestantes y el gobierno de Ortega; sin embargo, el régimen sandinista consideró que el episcopado nicaragüense estaba formando parte un intento de golpe de Estado.
Esta es la razón por la que esta semana el presidente Ortega calificó de “golpistas” a los obispos de Nicaragua. Explicó: “porque como no los pusimos en orden, porque apelábamos al diálogo, porque apelábamos a los famosos mediadores que eran golpistas también, todos los curas que estaban ahí como mediadores eran golpistas”.
Y continuó: “Nosotros le decíamos a la Policía ‘aguanten’, quédense en los cuarteles, y ellos pensaban, como decían ellos ‘ya estábamos montados en el avión’. Y así lo decían tranquilamente, pensaban que ya estábamos derrotados”.
Daniel Ortega aseguró que su propósito en aquel momento “no era llegar a una confrontación con ellos, era buscar una salida que no nos llevara a una confrontación para desalojarlos de los tranques donde cometían asesinatos todos los días y aquellos se sentían envalentonados y más crímenes cometían, más gente asesinaban y más policías quemaban y se iban sobre el cuartel de policía y se lanzaban ahí con superioridad numérica y en armas; y llegaron a matar a muchos policías”.
“El ejército estuvo siempre resguardando”
El mandatario explicó: “(nosotros) queríamos evitar el costo de tener que desalojarlos, pero al final que fue así lo más impactante y lo que le hizo poner conciencia al pueblo y a alguna gente que estaba totalmente confundida, algunos hermanos evangelistas se confundieron y creían que era el fin; pero nosotros le hicimos ver al pueblo que lo que queríamos era desmontar los tranques (barricada popular) porque al hacerlo, era la mejor prueba de que había voluntad, había entendimiento, reconciliación y como ellos pedían que se transmitiera por televisión, en directo el diálogo”.
El mandatario nicaragüense señaló que tuvo que llegar el momento de decidir: “Fue ahí donde dijimos: ‘ahora es el momento’. Y fuimos, no hubo que librar grandes batallas, simplemente la Policía, acompañada de la Policía Voluntaria, desmantelaron rápidamente los famosos tranques“.
Asimismo, detalló que el ejército estuvo siempre resguardando zonas estratégicas, “la Policía, con la Policía Voluntaria llevando a cabo las operaciones, las operaciones siempre, cuando preparábamos las operaciones teniendo el cuidado de evitar al máximo que hubiese heridos, más allá que aquellos que obligaran la defensa de la vida, de los ciudadanos, de los policías voluntarios, de la Policía”.
Cabe mencionar que no es la primera vez que, a pesar de que la Iglesia católica ha evitado caer en confrontaciones con el gobierno de Daniel Ortega, éste arremete contra la jerarquía eclesial aprovechando fechas específicas.
