El nuncio en España, Bernardito Auza, animó esta mañana a los religiosos españoles a convertirse en “una voz que despierta al mundo, a la vez que con humilde actitud de escucha en el respeto de la reciprocidad y la empatía”. Así lo manifestó durante su alocución en la apertura de la XXIX Asamblea General de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) que se celebra desde hoy y hasta el jueves en Madrid.
Para el embajador vaticano, la vida consagrada debe ser un referente en “comunión, corresponsabilidad y misión” de la mano de las diócesis. Auza echó mano de santa Isabel de la Trinidad, carmelita descalza y mística francesa del siglo XIX canonizada por Francisco, para instar a los religiosos españoles a ser testigos de la Oración de Jesús y como modelo de aquel que “sabe dirigir su mirada convirtiendo todo en alabanza de gloria”.
Remitiéndose al lema de este encuentro, ‘Rostros de luz’, subrayó cómo “El Amor Persona del Padre y del Hijo que, repartiendo sus dones y carismas, ha dado tantos rostros, los de vuestros fundadores, y con cada uno de vuestros fundadores, los vuestros”. “Y digamos que el ADN de esas configuraciones es el mismo: la relación paterno filial en el seno de la Unidad de la Santísima Trinidad”, añadió a continuación el diplomático filipino.
Al finalizar su intervención, el nuncio agradeció a los consagrados su colaboración en la participación de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará este verano en Lisboa: “Ofreced por favor a los jóvenes esta experiencia maravillosa, comunicadles el gozo de creer y la alegría de evangelizar”.