Para el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Francisco César García Magán, “no habría Iglesia, sin la presencia activa de la vida consagrada”. El portavoz de los obispos quiso hacerse presente en la apertura de la Asamblea General de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), que se celebra desde hoy en Madrid.



En su alocución, García Magán expuso que los religiosos “son un signo de credibilidad de la Iglesia” en medio de la sociedad. “Cuando se pone en duda la misión y la presencia de la Iglesia en el ámbito público, los religiosos y religiosas están ahí transparentando el Evangelio y la caridad, siendo rostros de luz”.

Testigos visibles

“En nuestra sociedad hay muchos espacios que iluminar y esa luz que se nos entrega en nuestro bautismo tiene la fuerza del Señor resucitado y la raíz teológica de su profesión religiosa es ese bautismo para que vivan con radicalidad evangélica”, reflexionó, a la par que les hizo un encargo: “Enciendan tantas luces de hermanos que están apagadas y que llegan donde los obispos donde no sabemos llegar”. ¿El destino? “Ser testigos visibles y creíbles del Señor resucitado”, rubricó el secretario general de los obispos.

El portavoz de los obispos hizo alusión a la mayoría femenina del auditorio para elogiar a la impronta de las consagradas: “Se cumple la misma proporción que en el calvario. Ellas son más fieles por naturaleza que los hombres y más insistentes”. “Por eso, los hombres que también nos consagramos, tenemos algo de mérito”, bromeó. A la par, subrayó que “esta asamblea es un signo visible de esa sinodalidad” que nos pide el Papa Francisco.

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