El próximo 27 de septiembre se celebrará el Día Mundial del Turismo, motivo por el cual la Santa Sede ha publicado hoy su mensaje, firmado por Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, Sección para las Cuestiones Fundamentales de la Evangelización en el Mundo.
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La jornada se celebra este año bajo la temática ‘Turismo e inversiones verdes’, y, en este sentido, la Iglesia ha querido “compartir este momento de particular compromiso con los Estados, las Asociaciones y las múltiples realidades implicadas, para que, siguiendo el magisterio del papa Francisco, pueda aumentar de manera más eficaz y positiva el cuidado de la creación, objetivo esencial para la vida de las personas”.
En este sentido, uno de los puntos del mensaje de Fisichella se centra en el arte y la cultura, y recuerda que “la Iglesia siempre ha reconocido y apoyado el valor y la importancia del arte, la cultura y su salvaguarda para que nos permitan conocer a Dios y mantener vivas las raíces cristianas”, ya que “el camino de la belleza es parte integral de nuestra misión de proclamar el Evangelio y promover el crecimiento espiritual de los creyentes”.
“Por eso”, continúa Fisichella, “es necesario que las inversiones no solo apunten al turismo de masas, posible vehículo de pérdida de la identidad cultural y religiosa”. Por el contrario, señala, “conviene que mientras se concentran las inversiones en infraestructura, se promueva la dignificación de todos los trabajadores del sector turístico, para contribuir a aumentar la calidad de su trabajo y del propio turismo”.
Asimismo, “en la atención a las obras de arte, que han sido patrimonio de la humanidad durante siglos y que se han convertido en destinos de turistas de todo el mundo, es necesario reivindicar su protección es responsabilidad de todos y, por ello, se debe condenar con convicción cualquier forma de violencia que atenta contra su conservación”.
Inversiones sostenibles para la protección de la creación
“En un contexto cultural donde la indiferencia es excesiva”, continúa el pro-prefecto, “es fundamental que los cristianos sean testigos de una acogida que tranquilice a la persona y la haga experimentar la fraternidad”. “Permanecer en diálogo, interesarse en que la fiesta sea una experiencia de paz, facilitar las formas para que el Evangelio esté en vuestras manos o lecturas que despierten el interés por la oración y la espiritualidad, son algunos signos para dar sentido al tiempo del día festivo”.
Por otro lado, Fisichella recuerda que “en la Encíclica Laudato si’, el Papa Francisco subraya la necesidad de comprometerse con inversiones sostenibles”, ya que esto “es también un testimonio de fe que se fortalece con el respeto a la naturaleza, creada y confiada por Dios, de hecho, la atención a la creación y su protección pertenecen al mensaje bíblico”.
Asimismo, añade en su mensaje que “la atención a la creación permite también a los cristianos promover una forma de economía que no tiene como objetivo la maximización del beneficio, lo que a menudo conduce a la violencia contra la naturaleza, con fuertes repercusiones en la dignidad de la persona”. “La primacía de la ética no puede ser eclipsada por la sed de lucro”, insiste, aunque “esto no significa bloquear el progreso tecnológico o incluso el desarrollo económico”.
