Ávila estrena obispo: Jesús Rico García. Este sacerdote operario vallisoletano de 69 años, que actualmente es el rector del Pontificio Colegio Español San José, acabará con una sede vacante que ha durado prácticamente un año y toma el relevo de José María Gil Tamayo, que dejó la ciudad de Santa Teresa para ser arzobispo de Granada.
Rico cuenta en su haber con una más que notable experiencia de acompañamiento a seminaristas y a sacerdotes. No en vano ya en los años 80 fue vicerrector y profesor en el Seminario mayor diocesano de Zaragoza y, posteriormente, vicedirector y administrador del Instituto Vocacional Maestro Ávila de Salamanca, así como rector y administrador del Aspirantado Mayor «Maestro Ávila» de Salamanca.
Referente para sus compañeros en la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Sagrado Corazón de Jesús, fue director general de este instituto secular durante dos sexenios. Al rematar su servicio al frente de esta entidad, fue enviado a México para ser rector del seminario Mosén Sol.
Después de retomar de nuevo su misión como acompañante de futuros sacerdotes en una de las diócesis más grandes del planeta, volvió a Roma para llevar el timón de la que es la casa de formación de los presbíteros llamados a tomar las riendas de las diócesis españolas en las distintas áreas de los servicios eclesiásticos.
Con su nombramiento, ya son tres los operarios diocesanos que llevan el timón en obispados de nuestro país. Rico, desde Ávila, se suma a Ángel Pérez Pueyo en Barbastro-Monzón, y a Jesús Pulido en Cáceres. Esto hace que la hermandad fundada por el beato Manuel Domingo y Sol se convierta en cantera episcopal en la era Francisco. “Somos, como decía el fundador, ‘sacerdotes y nada más que sacerdotes’”, defendía Rico en una entrevista a Vida Nueva en la que definía a esta familia carismática como “ una asociación de sacerdotes mancomunados que se juntan para vivir de un modo más radical su existencia sacerdotal”.