Entrevistas

Mattia D’Ambrossi y Francesco Giosuè Voltaggio: “Escrutar la Biblia en los santos lugares es una oportunidad extraordinaria”

La BAC acaba de publicar ‘Tierra Santa. Biblia, arqueología, catequesis’, una completa obra en dos volúmenes para recorrer con sentido la “geografía de la salvación”





La BAC acaba de publicar ‘Tierra Santa. Biblia, arqueología, catequesis’, una imponente obra en dos volúmenes que se ha presentado en Madrid con la presencia de dos de sus tres autores, los italianos Mattia D’Ambrossi y Francesco Giosuè Voltaggio, junto con el sacerdote Germano Lori, que han atendido a ‘Vida Nueva’. Una propuesta que en la que se conjuga a la perfección la descripción del lugar con la crónica histórica y arqueológica, la explicación del significado de los sitios con una visión catequética.



Algo más que una guía

PREGUNTA- ¿Es este libro más que una guía turística de Tierra Santa?

RESPUESTA- Sí, este libro puede considerarse algo más que una simple guía turística de Tierra Santa, ya que la dimensión científica del texto —compuesta por referencias a fuentes antiguas (traducidas nuevamente para la ocasión) y por los descubrimientos arqueológicos más recientes—se enriquece gracias a la combinación con aspectos divulgativos, con los que se pretende ayudar a un público más amplio. En efecto, además de presentar los aspectos más significativos de los distintos lugares desde el punto de vista histórico-arqueológico (enriquecido con fotografías inéditas —recopiladas a lo largo de más de veinte años— y mapas de los distintos yacimientos), el texto se caracteriza por ofrecer algunas claves catequéticas, que proporcionan al lector y al peregrino importantes recursos hermenéuticos, con los que adentrarse en los lugares y acontecimientos en los que se realizó nuestra salvación.

De este modo, el lector puede comprender que lo que sucedió en esos lugares tiene una relación existencial y profunda con su propia vida; no se trata de algo abstracto o lejano, sino de un evento que tiene lugar en su historia personal y concreta. Esta guía, de hecho, nace precisamente de nuestra experiencia de acompañamiento de numerosos grupos de sacerdotes seminaristas y fieles, peregrinos en Tierra Santa.

P.- En el libro se introduce el concepto “geografía de la salvación”. ¿Qué evoca este término?

R.- Con esta expresión, que tiene su origen en una feliz intuición de San Pablo VI, se quiere mostrar que la fe cristiana se basa en una revelación histórica insoslayable, que se realiza en lugares concretos. Por eso, además de la historia de la salvación, hay que hablar también de la “geografía de la salvación”. En efecto, el cristianismo es una religión universal, no ligada a un lugar concreto, como dice Jesús a la samaritana al hablar de los verdaderos adoradores, que «adorarán al Padre en espíritu y verdad» (Jn 4,23); pero, a la vez, se basa en una dimensión histórica, hecha de eventos concretos, sin los cuales se reduciría a una falsa gnosis, a una moral o a una simple visión filosófica de la vida.

Efectivamente, esta “historia de la salvación” tuvo lugar en lugares que han conservado la memoria de aquellos acontecimientos. Estos lugares, por tanto, adquieren una inmensa importancia, ya que se convierten en testigos de una manifestación del Señor en un momento histórico concreto. Es el recuerdo de ese acontecimiento lo que santifica el lugar. De este modo, desde el principio se configuró una “geografía de la salvación”, es decir, un conjunto de lugares, teológicamente interpretados, a los que los cristianos podían acudir para volver a los orígenes de su fe conmemorando la manifestación del Señor. Fue el amor con el que los primeros cristianos locales, peregrinos y Padres de la Iglesia honraron y custodiaron estos lugares lo que permitió su conservación a lo largo de los siglos.

Al servicio del peregrino

P.- ¿El subtítulo “Biblia, arqueología, catequesis” es más que una declaración de intenciones?

R.- Sí, porque este subtítulo sirve para destacar los componentes fundamentales de la guía, que ya hemos mencionado. En primer lugar, hablamos de la Biblia porque la presentación de cada lugar santo parte de los pasajes bíblicos que le conciernen: éstos se exploran en profundidad y luego se proponen al lector/peregrino para que pueda meditar sobre ellos. Evidentemente, poder leer o, mejor, escrutar la Biblia en los santos lugares es una oportunidad extraordinaria, ya que en Tierra Santa las Escrituras se abren a la inteligencia de manera sorprendente. En efecto, una cosa es leer la Escritura en casa y otra muy distinta hacerlo en el lugar donde esta Palabra se cumplió.

La relación con la arqueología está ligada a las numerosas referencias a descubrimientos arqueológicos, incluso muy recientes, que se encuentran en las descripciones de los distintos lugares y que, estando a la base del discurso de los autores, constituyen su imprescindible dimensión científica. Por último, la vertiente catequética, como ya hemos mencionado, es uno de los aspectos más innovadores de esta obra.

En efecto, la presentación de los lugares más significativos de nuestra fe se enriquece con diversas intuiciones catequéticas que, partiendo de fuentes bíblicas y patrísticas, el P. Germano y el P. Francesco han desarrollado a lo largo de los años gracias a la experiencia adquirida acompañando, Biblia en mano, a decenas de grupos en peregrinación a los santos lugares. Este patrimonio catequético se basa en la experiencia de los iniciadores del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, Carmen Hernández y el P. Mario Pezzi, que poseían extraordinarias claves de interpretación, maduradas durante sus visitas y convivencias realizadas en Tierra Santa con itinerantes y numerosas comunidades Neocatecumenales, en estrecho contacto con los mejores arqueólogos y guías de la época, entre ellos los franciscanos M. Piccirllo, P. Kaswalder, E. Alliata, F. Manns, y el benedictino B. Pixner. A ello se unió la experiencia de los responsables de las casas de peregrinos en Tierra Santa, el P. Rino Rossi (Domus Galilaeae) y el P. Giampaolo Pronzato (Domus Mamre), que han formado a numerosos seminaristas y sacerdotes. Se formó así un humus de “tradiciones interpretativas”, que hemos enriquecido y profundizado con la traducción ex novo de las fuentes, con la comparación de los datos arqueológicos y el conocimiento de las Escrituras. Esto permite al lector/peregrino sintonizar a nivel existencial con el lugar sobre el que lee.

Una armonía extraordinaria

P.- ¿Cómo habéis trabajado los tres autores, desde qué especialidad?

R.- Ha sido un trabajo realizado bajo el signo de una armonía extraordinaria. En efecto, Don Germano y Don Francesco han realizado la guía apoyándose en sus conocimientos teológicos, lingüísticos, bíblicos, patrísticos y de la tradición judía, así como en veinte años de experiencia de vida en Tierra Santa, en estrecho contacto con las poblaciones locales; Mattia, por su parte, ha contribuido a la traducción de las fuentes latinas, a la elaboración de varios lugares y a la revisión lingüística del texto en italiano.

Cada autor ha comenzado a trabajar en solitario sobre un lugar concreto, para después presentar el fruto de su trabajo a los demás y que éstos pudieran enriquecerlo con sus propias aportaciones: de este modo, se estableció un círculo virtuoso entre los autores, que favoreció el desarrollo y expansión de la guía. El intercambio fue tan fructífero que al final de la obra apenas era posible distinguir el origen de las distintas contribuciones.

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Etiquetas: BACTierra Santa
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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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