Stephen Samuel Kazimba Mugglu ha felicitado directamente al presidente Yoweri Museveni y al Parlamento por su “gran trabajo” en la aprobación de la nueva ley
La nueva ley contra las minorías sexuales, recién aprobada en Uganda, ha despertado el malestar de distintos colectivos y gobierno occidentales por, tal como recoge Katholisch, “ser una ley represiva que atenta contra los derechos humanos y la propia constitución” del país.
Y es que la nueva normativa contempla penas de prisión para personas homosexuales, e, incluso, la pena de muerte para aquellos que sean “delincuentes en serie”, es decir, personas homosexuales que mantengan relaciones con su mismo sexo.
“Los parlamentarios se comprometieron a resistir la presión externa contra la ley para proteger la cultura y los valores nacionales de Uganda contra la inmoralidad occidental”, informa la revista The Africa Report. Y esta decisión ha sido, además celebrada por la Iglesia anglicana de Uganda, cuyo arzobispo, Stephen Samuel Kazimba Mugglu se ha pronunciado en diversas ocasiones en favor de leyes más severas con la comunidad LGBTIQ+. De hecho, el arzobispo, después de la aprobación de la ley, ha felicitado directamente al presidente Yoweri Museveni y al Paramento por su “gran trabajo” a la hora de redactarla y sacarla adelante.
Por el momento, la Iglesia católica en Uganda no se ha pronunciado, si bien, el pasado mes de abril, en pleno debate de la ley, el arzobispo de Kampala, Paul Ssemogerere, firmaba un comunicado en el que subrayaba que si bien la Iglesia católica “sigue considerando la homosexualidad como pecaminosa”, era necesario, para seguir “el ejemplo de Jesús”, castigar “el pecado y no al pecador”.