Los sacerdotes Juraci Gomes de Oliveira y João Batista Alves do Nascimento son los dos nuevos obispos brasileños, nominados por el papa Francisco este 31 de mayo. Gomes pasa a la diócesis de Amargosa y Batista a la diócesis de Barra, ambas ubicadas en Bahía, noreste del país.
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En cuanto a Juraci Gomes de Oliveira releva a Valdemir Ferreira dos Santos, que dejó Amargosa tras ser designado obispo de Penedo. Se convierte así en el quinto prelado al frente de esta jurisdicción eclesiástica, sufragánea de la arquidiócesis de San Salvador de Bahía.
Nació el 19 de agosto de 1956 en Catolé do Rocha, estado de Paraíba, y fue ordenado sacerdote el 3 de noviembre de 1990. Se licenció en filosofía y teología, tiene una especialización en espiritualidad bíblica y un máster en teología del matrimonio y de la familia.
Como párroco fue administrador parroquial, capellán, director espiritual del Seminario Central de Bahía, asistente eclesiástico de la Renovación Carismática y del Grupo de Oración Terço dos Homens, vicario foráneo y vicario episcopal.
Hasta el momento de su nombramiento era vicario general, moderador de la curia metropolitana, miembro del capítulo metropolitano y del colegio de consultores, director administrativo de la acción Social arquidiocesana.
Un sacerdote redentorista
Barra es sufragánea de la arquidiócesis de Feira de Santana, a unos 115 km de la capital Bahía. Allí estará João Batista Alves do Nascimento, un sacerdote redentorista, que releva a Luiz Flavio Cappio, que renunció por límite de edad.
Es el noveno obispo de esta jurisdicción. Tiene 51 años y nació el 2 de marzo de 1972 en Jordania, estado de Minas Gerais. Su ordenación sacerdotal fue el 16 de diciembre de 2001. Dentro de su congregación fue viceprovincial de Bahía, formador de seminaristas, rector del Santuario de Bom Jesús da Lapa.
La conferencia de obispos ha expresado sus felicitaciones a Batista para que en este “nuevo ministerio pueda anunciar el Evangelio poniéndote en movimiento, yendo adelante y con buenas iniciativas” y, al ejemplo de María, “fortalezca tu constancia y te coloque en prácticas de hospitalidad, acogida, reconocimiento e integración hacia el pueblo de tu nueva diócesis”.
Foto: Archivo
