“Ahora, se están estudiando los tiempos y métodos de esta misión”, ha dicho Paul Richard Gallagher
“Quiero aprovechar esta oportunidad para confirmar que el Papa ha estado trabajando por la paz en Ucrania desde el principio, desde el 24 de febrero de 2022, evaluando continuamente ideas y propuestas que puedan ayudar a aliviar las tensiones en el conflicto ucraniano y abrir caminos hacia una paz justa”. Palabra de Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede. O, lo que es lo mismo, ‘ministro’ de Exteriores del Vaticano.
Así, en una entrevista concedida a La Stampa, confirmaba Gallagher que los esfuerzos públicos del Papa por poner fin a la invasión Rusa eran solo la punta del iceberg del trabajo hecho por el Pontífice. “Ahora, se están estudiando los tiempos y métodos de esta misión”, continúa el arzobispo. “Al mismo tiempo, esperamos y rezamos por tan delicada misión, ¡sabiendo que la velocidad y el tiempo también son muy importantes!”.
La salida de esta situación, sin embargo, es “muy compleja”. “El proceso diplomático de la Santa Sede se trata un poco de hacer malabares con la agenda. Al igual que un malabarista, tenemos que mantener la pelota en el aire, no queremos que caiga al suelo. Debemos mantener viva la idea de un proceso de paz. Reconocemos las dificultades, comprendemos los sufrimientos del pueblo ucraniano y la posición de sus líderes. Pero al mismo tiempo, como dijo hace tiempo el presidente Zelensky, ‘esta guerra terminará en la mesa de negociación’. Entonces, hagamos lo que hagamos, nuestros esfuerzos están dirigidos a tratar de llegar a la mesa de negociaciones lo antes posible”, ha explicado Gallagher.
Mientras, el Papa ha manifestado en varias ocasiones su deseo de viajar tanto a Kiev como a Moscú. Hasta el momento, la invitación del presidente Zelensky ya ha llegado, pero no la de Vladimir Putin. “No sé qué ha decidido el Santo Padre, si tiene la intención de visitar sólo una de las capitales…”, asegura Gallagher. “Siempre decía que quería ir a los dos. Y creo que la pregunta sigue abierta. Ya veremos. Si se siente bien ir a Ucrania, está bien. Si va a ser imposible ir a Moscú, tendremos que aceptarlo”.